Las montañas se asoman, el río Pacual suena y la brisa con olor a caña dulce señalan a Samaniego, un municipio en la subregión centro – occidental del departamento de Nariño. A este territorio llegó Jhonatan Smith Montenegro Cadena junto con su familia, de origen campesino y perteneciente al resguardo indígena Awá El Sande de Santacruz de Guachavés, a quienes en 2015 la violencia los desplazó. Ese mismo año, el “Piqui”, como cariñosamente le decían a este joven, fue desaparecido.
El 3 de julio de 2015, Jhonatan le pidió a su madre que lo llevara en moto hasta cierto punto del pueblo, porque debía encontrarse con quienes haría un trabajo que le tomaría dos días, según lo relatado por ella. Ese día le encargó el cuidado de su mascota y no volvió a saber de él.
Al momento de su desaparición, Jhonatan era estudiante de bachillerato, le gustaban las motos y el campo, en especial los cultivos de caña y de café. En su hogar, él era considerado como el hijo protector de su madre y de sus hermanos.
Su madre inició la búsqueda rodeada de su familia y de la comunidad. Luego de todo su trasegar y de la participación y acompañamiento en el proceso de búsqueda por parte de la Asociación de Víctimas de Desaparición en Samaniego (AVISUV), de la Corporación del Resguardo Indígena Awá El Sande, del Consejo Municipal de Paz, Reconciliación y Convivencia y del CICR, en 2019 la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) recibió la solicitud de búsqueda de Jhonatan Smith.
Con los relatos de la madre, de los tíos y de los amigos, el equipo de la UBPD en Nariño dio inicio a la investigación humanitaria y extrajudicial para dar con el paradero de Jhonatan. En este camino de la búsqueda, también fueron de gran valor los aportes entregados por excombatientes y otros integrantes de la Corporación Humanitaria Reencuentros, en aras de su compromiso y apoyo en la localización del joven.
En julio de 2023, la entidad adelantó la acción humanitaria que permitió la recuperación del cuerpo que fue entregado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses con sede en Popayán para realizar los análisis en donde posteriormente se confirmó su identidad.
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Un año después, en las instalaciones de la Universidad para la Paz de Samaniego, la UBPD y la Corporación del Resguardo Indígena Awá el Sande, realizaron la entrega culturalmente pertinente del cuerpo de Jhonatan a la familia Montenegro Cadena.
En medio de un ritual ofrecido por el resguardo, sus seres queridos, las organizaciones que les acompañan y la comunidad le rindieron un homenaje a su vida campesina, sencilla y soñadora. Le recordaron como el joven alegre y trabajador que tenía 19 años cuando el conflicto armado se lo llevó. Uno de sus familiares mencionó: “El campo necesita de oportunidades, de preservación y agricultura. El campo no necesita de la guerra”.
Según el universo de personas desaparecidas que construye la UBPD, al menos 3.300 personas han desaparecido por razones relacionadas con el conflicto armado en Nariño.
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