La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) realizó la recuperación de un cuerpo que podría corresponder a Clímaco Salinas Becerra, un joven desaparecido desde 1998 en la comunidad de Puerto Lleras del Consejo Comunitario de la Cuenca del Río Jiguamiandó, ubicado en el municipio Carmen del Darién, en el Chocó. Su familia lo ha buscado durante más de 28 años.
En abril de 1998, la comunidad de Puerto Lleras enfrentaba la incertidumbre generada por la violencia. A pesar de que la familia de Clímaco había sido desplazada el año anterior, él se mostró reacio a abandonar su tierra. Mientras se encontraba en su finca, Clímaco fue engañado y trasladado a otro lugar de la comunidad. Horas más tarde, su caballo regresó solo y desde entonces no se tuvo más noticias de él.

Osbaldo Mesa Muñoz, investigador humanitario de la UBPD, destacó la importancia de la colaboración comunitaria. «Nos sentimos gratamente agradecidos por la vinculación que se ha tenido en el marco del Plan Regional de Búsqueda por parte de las comunidades y organizaciones, quienes sin dudarlo se han sumado a la búsqueda y han hecho aportes significativos que han permitido avanzar en el Plan Regional de Búsqueda del Bajo Atrato«.
La investigación humanitaria, adelantada por la UBPD, inició tras la solicitud de búsqueda hecha por los familiares de Clímaco, con el acompañamiento de las organizaciones Proclade Colven y Asociación Memoria Canto a mis Ancestros del Darién Chocoano, las cuales también estuvieron presentes durante la recuperación del cuerpo. La Unidad de Búsqueda ha entablado diálogos con diferentes actores clave para avanzar en la búsqueda, lo que ha generado confianza en las autoridades étnico-territoriales del Consejo Comunitario.
Con una identidad orientada y un sitio definido, la investigación se volvió determinante. La UBPD conformó un equipo forense y humanitario para liderar la misió e invitó a algunos familiares de Clímaco, miembros de la comunidad de Puerto Lleras y organizaciones aliadas del territorio a participar del proceso.

Marcial Gamboa, misionero claretiano que participó en distintas fases de la búsqueda, expresó lo siguiente: «Como parroquia, como Proclade Colven, como asociación Cantos a mis Ancestros, es muy importante sentirnos acompañados de la Unidad de Búsqueda. Ellos son nuestros grandes aliados, porque juntos logramos llevar descanso y alivio a muchas familias que sufren el dolor interno de tantos hombres y mujeres desaparecidos en el conflicto armado».
El sitio intervenido por la UBPD se encuentra en un territorio colectivo de comunidades afrocolombianas. Por ello, el acceso fue coordinado con la autoridad étnico-territorial, siguiendo el protocolo de relacionamiento con pueblos y comunidades negras, afrocolombianas y palenqueras. Este protocolo establece una metodología participativa para el desarrollo del mandato de la UBPD en territorios étnicos.
Durante esta acción humanitaria, también se identificaron nuevos sitios de interés forense donde se espera recuperar los cuerpos de al menos tres personas desaparecidas, que hacen parte de los más de 1.080 casos que componen el universo del Plan Regional de Búsqueda del Bajo Atrato, que comprende los municipios de Murindó, en Antioquia, y Carmen del Darién, Nuevo Belén de Bajirá y Riosucio, en el Chocó.