Los cuerpos de Luz Esther Guetio Corpus y César David Poscué Cometa, jóvenes del pueblo indígena Nasa, fueron entregados dignamente a sus seres queridos después de años de incertidumbre y espera en el resguardo Ondas del Cafre, ubicado en zona rural del municipio de Mesetas, en el Meta.
Este es el resultado de una extensa investigación humanitaria liderada, desde mediados de 2021, por los equipos del Meta y el Cauca de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Corporación Humanitaria Reencuentros, que también estuvo acompañada por ONU Derechos Humanos, la Asociación de Cabildos Indígenas del Meta (ACIM), la Comisión de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, el gobierno mayor Nasa y la Defensoría del Pueblo.
A la fecha, la Unidad de Búsqueda en el Meta ha logrado entregar de manera culturalmente pertinente seis cuerpos: tres de personas de la comunidad Sikuani, uno del pueblo Tukano y dos del pueblo Nasa. Ellas y ellos hacen parte del universo de personas desaparecidas en el departamento, que asciende a cerca de 9.500. Por su parte, actualmente el universo en Colombia registra 111.640 personas.
Las historias de Luz Esther y César David
Ambos jóvenes llegaron con sus familias al Meta tras un desplazamiento forzado ocurrido en el Cauca. Al llegar a los Llanos Orientales, abrieron camino y se arraigaron específicamente en el municipio de Mesetas.
Luz Esther es recordada como una joven amorosa y curiosa. Sin embargo, a los 16 años fue vinculada a un grupo armado. Su familia afrontó valientemente su ausencia, sus hermanas han mantenido viva su memoria y recuerdan con cariño sus aportes para recuperar las tradiciones del pueblo Nasa en un nuevo territorio.
Por su parte, César David tenía 21 años cuando ingresó a un grupo armado. En el resguardo Ondas del Cafre era conocido por su espíritu trabajador y por ser uno de los hijos del Mayor, líder espiritual de esta comunidad. La partida de este joven dejó un vacío inmenso en su familia.
En 2012, los jóvenes perdieron la vida en estribaciones del Parque Nacional Natural Sumapaz, en el municipio metense de Lejanías. Por años, sus familias vivieron la angustia de no saber el paradero de sus seres queridos. Pero ahora, con la entrega de sus cuerpos, la Unidad de Búsqueda aporta al alivio del dolor de su ausencia.
La recuperación e identificación
La recuperación de los cuerpos no fue una tarea fácil. En medio del espeso bosque subandino, característicos del Parque Sumapaz, y la dificultad de las acciones humanitarias, la UBPD recuperó tres cuerpos a finales de 2021, entre ellos el de César David. Sin embargo, junto a estos cuerpos se encontraron fragmentos óseos indeterminados, lo que abrió la posibilidad de tener más identidades orientadas.
La clave para avanzar en esta investigación se dio gracias al trabajo colaborativo con el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, que tras un minucioso rastreo y análisis genético, estableció coincidencias con un cuerpo recuperado en 2013 y en custodia de dicha entidad. Así se confirmó la identidad de Luz Esther y se inició el proceso para que retornara a la tierra de sus ancestros.
La ceremonia de entrega digna
En el resguardo Ondas del Cafre se reunieron las madres, los padres, los hermanos, las hermanas y los demás familiares de César David y Luz Esther, algunos de ellos provenientes del resguardo Carrizal de Caldono, en el Cauca). Aguardaron ansiosos el regreso de los dos jóvenes. La entrega digna fue un momento profundamente significativo para las familias, la comunidad indígena, la Corporación Humanitaria Reencuentros, las organizaciones de personas buscadoras y la Unidad de Búsqueda, pues se realizó siguiendo la tradición del pueblo Nasa, combinada con elementos de sus creencias cristianas.
Desde el casco urbano de Mesetas se formó una caravana encabezada por las guardias indígenas de los resguardos Villa Lucía y Ondas del Cafre, que en un emotivo ritual dieron la bienvenida a los cuerpos de Luz Esther y César David. También la comunidad se unió en un acto de respeto y memoria, homenajeando la vida de los jóvenes que fueron sepultados en el Cementerio Ancestral de su resguardo.
“Desde la Unidad de Búsqueda continuamos con el compromiso incansable, con toda nuestra fuerza, para dar con el paradero de todas las personas que continúan desaparecidas, en los territorios indígenas y en cualquier lugar de este país”, puntualizó Diana Paola Viveros, coordinadora de la UBPD en el Meta, agregando que la historia de Luz Esther y César David es un recordatorio del inmenso costo humano que ha tenido el conflicto armado en Colombia y las consecuencias diferenciales en los pueblos indígenas.
Además, este caso explica la misionalidad de la Unidad de Búsqueda: a través de investigaciones humanitarias y extrajudiciales, se logran avances significativos en la identificación y recuperación de personas desaparecidas con enfoque étnico.
Si desean iniciar una solicitud de búsqueda en el Meta, saber sobre el estado de una investigación humanitaria o aportar información que ayuda a dar con personas desaparecidas, comuníquense al 3162819857 o acérquese a la calle 33 # 40A – 61, barrio Barzal alto (Villavicencio).