Durante cinco días, el equipo en el Huila de la Unidad de Búsqueda de personas dadas por Desaparecidas (UBPD) atendió a 28 integrantes de 22 familias buscadoras con el fin de tomar las muestras de ADN para avanzar en el proceso de identificación de sus seres queridos que se encuentran desaparecidos.
De acuerdo con Ángela Cordón Quintero, investigadora humanitaria de la Unidad de Búsqueda, el material biológico recopilado será enviado al Banco de Perfiles Genéticos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, con el fin de verificar posibles coincidencias con otras muestras de ADN que reposan en el instituto y que podrían corresponder a personas desaparecidas en contexto y razón del conflicto armado.
“Se priorizaron personas en edad avanzada, con condiciones especiales de movilidad y también quienes viven en zonas rurales de difícil acceso. Nuestro propósito era que quienes aún no habían tenido la oportunidad de aportar su ADN durante el proceso de búsqueda, pudieran hacerlo”, indicó.
Las familias atendidas en la sede en Neiva de la UBPD provenían de municipios como Algeciras, Tello, Yaguará y zona rural y urbana de Neiva, que reporta el mayor número de personas desaparecidas en el Huila, el cual tiene un registro de 1.266 personas según datos de la Unidad de Búsqueda.
José Alirio Perdomo, de 73 años, llegó a la jornada junto con tres de sus hermanos. Ellos buscan a su otro hermano Luis Édgar Perdomo, quien desapareció hace 42 años en Neiva cuando tenía 22 años. Según Jose Alirio, perder el rastro de Luis Édgar ha sido un proceso doloroso y difícil. Sin embargo, este encuentro les abrió una luz de esperanza para cesar su espera. “Cuando supe de la Unidad dije: yo me voy a ver si de pronto lo puedo localizar, esa es la misión de nosotros”.
María del Rosario Otálora de Moyano es una madre buscadora de vive en Neiva. A sus 94 años se dirigió hasta la sede de la Unidad de Búsqueda para participar en esta jornada en compañía de su hijo Jairo Moyano y con la fe puesta en que podrá saber algo de su otro hijo, Jose Olvar Moyano Otálora, a quien espera en casa desde de 38 años, cuando desapareció.
“Estoy con esperanza de que con susmercedes, que me están ayudando, voy a saber de la vida de mi hijito. Sea como sea, vivo o muerto, pero que tenga yo esa dicha de saber”.
La jornada de toma de muestras de ADN en Neiva hace parte del despliegue territorial del Plan Regional de Búsqueda del Norte del Huila, que contempla actividades que contribuyan a encontrar a las personas desaparecidas en el contexto y razón del conflicto armado en 19 municipios del departamento.