“Bienvenida a su comunidad, acá está su familia esperándola”. Con estas palabras y con la armonización al territorio y sus espíritus guardianes, el mayor Elicerio Vitonás Tálaga y las autoridades espirituales y tradicionales del resguardo Am Yu’ Kiwe del pueblo Nasa, ubicado en el municipio caucano de Toribío, les dieron la bienvenida a Luz Mary y su familia.
“Se le brinda a los espíritus, para que se den cuenta que ella es la hija que se ha ausentado un poco, pero vuelve al territorio (…) Hoy no se llora de tristeza, se llora de alegría”, recalcó el mayor Elicerio.
Luz Mary tiene 39 años y vive en Popayán desde hace 27 años. Ella cuenta que salió de su territorio, en el resguardo, cuando tenía 9 años. “Pues cosas de la vida y el destino”, dice. Actualmente tiene una tienda en su casa con la que solventa los gastos de su hogar. Es madre de Juan Miguel, un jóven estudiante de 19 años, y de Ana Sofía, una niña de 4 años, quien la acompaña ahora junto con Edilberto, su compañero.
Para ella, el día del retorno a su territorio, después de 30 años de ausencia, se convirtió en una fecha especial que jamás olvidará. No solo fue el reencuentro con familiares paternos que viven en el resguardo indígena de Toribío y maternos, oriundos del resguardo indígena de Am Yu’ Kiwe de San Francisco -también ubicado de Toribío-; se trató de la primera vez que vio, en carne y hueso, a su hermano Donistorfio, de quien nunca tuvo conocimiento. O por lo menos no en sus recuerdos.
La comunidad Nasa de la vereda Puente Quemado, en su territorio Am Yu’ Kiwe, recibió a Luz Mary con una calle de honor. En ese poblado la recuerdan como una niña de aproximadamente 9 años. “Es como un sueño el recuerdo que tengo de ella”, dijo una de sus tías. Primos, primas, tíos y demás tías, en diferentes grados, abrazaron a esta mujer, en medio de lágrimas de alegría que fueron inevitables. “Bienvenida prima”, “bienvenida sobrina”, “bienvenida a su territorio, a su comunidad”, le expresaron cariñosamente.
Luz Mary se acercó a su hermano, acompañada de su primo Diego, quien dijo:
«Dosnistorfio, Dosnistorfio, vea a su hermana. Ella es su hermana«.
Donistorfio cruzó los brazos, pero se dejó abrazar.
«Acá estoy yo hermano. Todo va a estar bien».
Estas fueron las primeras palabras que escuchó Donistorfio de su hermana Luz Mary. Donistorfio tiene 44 años, nació con discapacidad múltiple, entre ellas el habla parcial; y siempre ha estado al cuidado de un tío que tiene una discapacidad visual, y de la comunidad,
“Hacemos esto desde nuestra ritualidad Nasa, abrimos el camino para que ellos puedan volver al territorio y los reciba un Thë’wala -Autoridad espiritual del pueblo Nasa, un sabedor de las plantas de sanación y un sanador de enfermedades-. Y lo vamos a finalizar con la siembra de árboles, que de alguna manera les permite a la familia, en este caso a Luz Mary, ombligarse nuevamente al territorio, enraizarse, para seguir el camino como familia y como organización. Y en este espacio también se le entregaron a ellos los colores emblemáticos de nuestra organización para que sepan que hacen parte del pueblo Nasa y de una territorialidad que nos ha fortalecido”, explicó Yoana Acosta, indígena Nasa, buscadora y enlace indígena de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) para el Plan Regional de Búsqueda CRIC.
La búsqueda de la familia Casamachin Vitoncó
Luz Mary es la cuarta de los cinco hijos del hogar de Exipión Casamachín y Catalina Vitoncó. Él es oriundo del resguardo indígena de Toribío y ella de la vereda Puente Quemado, resguardo Am Yu’ Kiwe de San Francisco. El hermano mayor de Luz Mary es Misael, a quien seguimos buscando; le siguen Donistorfio, Camilo -quien falleció ya hace unos años-, Luz Mary y Leidy, una niña de un año que también falleció.
La familia Casamachin Vitoncó se desplazó forzosamente de Toribío al departamento del Meta en los años ochenta y se estableció en la vereda Ucrania del municipio de Uribe, donde trabajaban la tierra en actividades de agricultura. Entre el 9 y 11 de diciembre de 1990, se vivieron unos operativos militares entre actores armados que hicieron presencia en la región. A partir de estos hechos, la familia Casamachin sufrió un nuevo desplazamiento, dejando a la familia desconectada, con excepción de Donistorfio que permaneció en su comunidad en el Cauca.
Después de los operativos militares, un tío, con Luz Mary en brazos, cruzó el Páramo de Sumapaz buscando volver a Toribío, travesía en la que casi perece Luz Mary. A la fecha permanecen desaparecidos Exipión y Catalina, padres de Luz Mary; su hermano Misael y varios tíos. Su hermana Leidy, de tan solo un año, murió en los brazos de una tía durante los hechos acontecidos en Uribe el 11 de diciembre de 1990.
Luz Mary fue dejada al cuidado de su abuela. Una vez su abuela fallece, con tan solo 9 años, Luz Mary se va a trabajar fuera de su territorio, quedando desconectada de su familia.
La solicitud de búsqueda para localizar a 15 personas de la familia Casamachín y 2 personas de la familia Vitoncó, incluida Luz Mary, ingresó a la Unidad de Búsqueda en agosto del 2019 a través de un listado entregado por la Corporación para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos Reiniciar, con víctimas de la Unión Patriótica (UP) y elevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y también documentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).
“Hoy vemos que a través de este encuentro se nos abre una puerta. Y las personas que tenemos familiares que han desaparecido en el marco del conflicto armado sabemos y sentimos, desde el corazón, lo que se vivió hoy aquí: momentos de risa, de llanto, de tristeza. Y para la comunidad, para nosotros como pueblos indígenas, volver a nuestras raíces, a nuestro origen, a nuestra tierra es conectar nuevamente con lo que somos (…) Afortunadamente, la compañera regresó al territorio viva y esperemos que muchos más reencuentros sean así, que sean personas que las encontremos con vida”, expresó Gabriela Cajamarca Velasco, autoridad Neehwe’sx -nombre en idioma Nasa Yuwe que se refiere a la autoridad del gobierno propio- del resguardo indígena Am Yu’ Kiwe de San Francisco.
El desarrollo de la investigación humanitaria y extrajudicial, liderada por la Unidad de Búsqueda, estableció la localización con vida de Luz Mary y su hermano Donistorfio. Esto permitió iniciar el diálogo para un reencuentro con familiares, la comunidad, su organización y sus autoridades tradicionales a través del equipo de la UBPD en el Cauca.
Luz Mary también se reencontró con las dos únicas tías maternas que quedan con vida, las mayoras Rosalba y Angélica; y con sus tíos y primos paternos, quienes han cuidado a su hermano Donistorfio toda la vida. En este reencuentro se dió la oportunidad de reconstruir el árbol genealógico de Luz Mary.
“Nuestros ombligos son de este territorio y para nosotros ver una familia feliz nos llena demasiado, nos conmueve, nos hace bajar las lágrimas. Invitar también a la comunidad a acoger a estas familias para que acojamos a estas familias, porque de una o de otra manera han sido afectadas en la guerra, que nosotros bien decimos: “vivimos una guerra que no es nuestra”. Que la comunidad sepa que cuenta con la autoridad para llevar a cabo éstos procesos de búsqueda”, aclaró José Jairo Yatacué Pavi, autoridad del resguardo indígena de Toribío.
Este reencuentro contó con el apoyo y financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en asocio con la Corporación Opción Legal, en el proyecto ‘Formulación, actualización e implementación de planes regionales de búsqueda Norte del Cauca y CRIC, con enfoque territorial, diferencial y de género en Colombia, para contribuir a la búsqueda, verdad y reparación e intercambio de experiencias con entidades españolas especializadas en medicina legal y forense y reparación moral de las víctimas: fase II’.
“Es un reencuentro de muchos sentimientos y también aporta mucho a nuestro proceso; a las familias, porque nos están contribuyendo con traer a nuestro territorio una persona que se ha ido, que estaba desaparecida, y eso conlleva a dejar una tranquilidad, la armonía, el equilibrio para la familia. Y dan esa esperanza para muchas personas que aún siguen con esa preocupación, esa intranquilidad, que no saben dónde están sus familiares y que anhelan también poder vivir un momento como en el que estuvimos, que de verdad se queda en el corazón. Y queda esa fe que las cosas siguen mejorando (…) Que todo es posible cuando se coordina y se lleva de forma dialogada”, comentó Yudy Pacué Alfonso, autoridad Neehwe’sx del territorio Am Yu’ Kiwe de San Francisco.
Esta articulación entre los territorios, las autoridades tradicionales, la guardia indígena y las organizaciones territoriales ha facilitado la participación efectiva del pueblo indígena Nasa en el camino de la búsqueda, para aliviar y sanar sus espíritus, cuerpos y territorios, como principios fundamentales del cumplimiento del protocolo de relacionamiento entre la UBPD con los Pueblos y Organizaciones Indígenas de Colombia.
La entidad hace un llamado a las personas que cuenten con un ser querido desaparecido en el Cauca para que se comuniquen con la UBPD a través de la línea telefónica 3176480617. También pueden escribir al correo electrónico spopayancorrespondencia@unidadbusqueda.gov.co. La sede de la Unidad de Búsqueda en el departamento está ubicada en la ciudad de Popayán, en la calle 9 Norte # 7 – 65 (segundo piso, en el barrio Prados del Norte).
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