Los nueve hermanos y hermanas de la familia Groso mantuvieron por 25 años la esperanza de encontrar «algún día» a Rubén Darío, ese hermano que desapareció en circunstancias relacionadas al conflicto armado entre los años 2000 y 2005. Ese anhelado momento, finalmente, se hizo realidad en el municipio de Maní, de Casansare, donde la familia recibió y despidió dignamente el cuerpo de su ser querido.
¿Cómo se desarrolló la investigación?
La investigación para buscar y localizar a Rubén Darío concluyó con una hipótesis de ubicación del cuerpo, por lo cual la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) se trasladó 2022 hasta una zona rural del municipio de Puerto López, del Meta, donde se logró la recuperación. En esta acción humanitaria participaron dos de sus hermanos.

Siguiendo el protocolo de cadena de custodia, el cuerpo fue trasladado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde se comprobó la identidad a través del proceso técnico de verificación y correspondencia de información post mortem, un proceso forense que consiste en confirmar o descartar a través del análisis de necropsias asociadas al cuerpo si efectivamente corresponde o no la identidad con la cual fue recibido el cuerpo.
La Unidad de Búsqueda recibió el cuerpo identificado por el Instituto Nacional de Medicina Legal e hizo la entrega digna del cuerpo de Rubén Darío, quien el próximo 6 de diciembre cumpliría 43 años.
Un hombre cariñoso
Además de sus hermanos y hermanas, a la entrega digna asistieron sobrinos y allegados a la familia, quienes recordaron a Rubén Daríoncomo un hombre noble y cariñoso.

En la memoria de la familia Groso no se ha borrado la sonrisa y personalidad graciosa que caracterizaba a Rubén Darío, a quien le tenían como apodo ‘El miquito’ porque según sus hermanas nunca se quedaba quieto y andaba mucho de un lado para el otro lado.
Durante la entrega digna, el Instituto Nacional de Medicina Legal participó con la presentación del informe técnico-forense a la familia Groso. A su vez, Ana María Salazar, experta técnica de la Unidad de Búsqueda, explicó que esta acción humanitaria fue un trabajo articulado entre los equipos de trabajo de la UBPD en el Meta y Casanare y el Instituto Nacional de Medicina Legal.
La Unidad de Búsqueda continúa de manera permanente realizando labores de búsqueda, localización, recuperación y entrega digna de las personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado en Casanare, donde el registro es cercano a las 2.000 personas ausentes.