La acción humanitaria adelantada en el sector La Pista de Uribe, en el Meta, se enmarca en la implementación del Plan Regional de Búsqueda del Meta, en la subregión de Duda Guayabero, cuya investigación humanitaria y extrajudicial se realizó conjuntamente con la Corporación Reiniciar y la Corporación Humanitaria Reencuentros. Las entidades se unieron en torno al lema “Persistimos para encontrarles”, a fin de dar sentido a la búsqueda de personas desaparecidas en este territorio.
Conforme lo ha reportado la Corporación Reiniciar, la investigación humanitaria y extrajudicial que dio lugar a la segunda fase de intervención continúa trabajando en la recuperación de los cuerpos de tres personas simpatizantes de la Unión Patriótica. Así lo han indicado también sus familiares. Igualmente, la Corporación Humanitaria Reencuentros ha señalado que, además, se están buscando los cuerpos de combatientes de las FARC-EP que habrían caído en acciones propias del conflicto armado, en hechos ocurridos hace más de 35 años.
Durante la segunda fase, la Unidad de Búsqueda empleó métodos de prospección no intrusiva a partir de geofísica, que consiste en identificar alteraciones en el subsuelo que podrían corresponder a inhumaciones o sepulturas de personas desaparecidas. Estas herramientas posibilitaron un análisis detallado del terreno y ayudaron a focalizar los esfuerzos de excavación en las zonas con mayor potencial de hallazgo.
Asimismo, permitieron explorar otras áreas que no fueron intervenidas en la primera fase, descartar sitios de disposición de los cuerpos que se buscan, ampliar las acciones humanitarias de georreferenciación y los aportes de información en veredas aledañas, recibir nuevas solicitudes de búsqueda y tomar diez muestras de ADN a familias buscadoras.
Las personas, familias y organizaciones que participaron en la primera y segunda fase han sido las protagonistas en este proceso de búsqueda: ellas enseñaron lo reparador que, para ellas, han sido las intervenciones en las actividades con enfoque psicosocial que elaboraron en el sitio de interés forense; también, pintaron un telar en el que plasmaron sus comprensiones y aprendizajes de la búsqueda.
Igualmente, resaltaron la necesidad de sensibilizar sobre la búsqueda de personas que formaron parte de las hostilidades, así como de humanizarla, lo cual hicieron mediante la representación en siluetas, como una estrategia para visibilizar todos los años de búsqueda y duelo, el cual ocultaron por miedo a ser estigmatizados. La interacción entre familias, además, permitió construir relaciones basadas en la solidaridad, la resiliencia y la resistencia en la búsqueda.
Sonia Pinzón Hernández, representante de la Corporación Reiniciar, conocasión de la segunda fase, dijo:“Hacemos énfasis en que mantenemos viva la esperanza, sabemos que es muy importante la coordinación de todas estas acciones con la Unidad de Búsqueda para garantizar la participación de las familias. En este caso, las familias han aportado información relevante que nos ha permitido llegar al lugar”.
Y añadió: “Pese a que las acciones humanitarias no concluyeron con la recuperación de los cuerpos de miembros de la Unión Patriótica que fueron desaparecidos forzadamente, continuaremos las indagaciones. Hemos recomendado a la UBPD algunos análisis y explorar otras hipótesis en la perspectiva de poder encontrarlos, así como a otros cuerpos que estén en el lugar, porque es necesario buscar a todas las personas desaparecidas”.
Por su parte, Yaritza Paniagua, coordinadora de la Región Oriente de la Corporación Humanitaria Reencuentros, manifestó: “La intención de nosotros era encontrar cuerpos que hace más de 35 años reposan en esta región, que ya en la segunda fase no ha sido posible por la agresividad del terreno y por diferentes factores que nos han impedido hacerlo, pero no vamos a declinar, vamos a seguir recabando información para continuar en este proceso, para darles un parte de tranquilidad a sus familias y mitigar un poco su dolor”.
En esta acción humanitaria, la Unidad de Búsqueda vinculó al proceso de participación a firmantes del Acuerdo de paz, a trabajadores y trabajadoras, a aportantes de información que participaron en las hostilidades, a dueños de los predios donde se adelantaron las acciones de prospección, a presidentes de las juntas de acción comunal y a habitantes de la comunidad rural en general.
Animados por la esperanza de encontrarles, se sembraron árboles de guayacán rosado en la nueva área de reincorporación Juan de Jesús Monroy Ayala, en el sector de La Pista, como un ejercicio de memoria realizado por las familias, las organizaciones y comunidades cercanas, que simboliza la búsqueda en el territorio y el fortalecimiento de este escenario para la construcción de paz.
Adriana Pestana, gerente de la Región Oriente de la UBPD, concluyó: “Este trabajo en el Meta nos permite avanzar hacia la consolidación de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y hacia la interrelación con la comunidad. Seguimos trabajando en la búsqueda de las 9300 personas desaparecidas en el departamento para contribuir a aliviar el dolor y a disminuir la incertidumbre de sus seres queridos”.