Por medio del Plan Nacional de Búsqueda y los Planes Regionales de Búsqueda, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) ha implementado estrategias que le permiten afrontar las dimensiones de esta práctica con enfoque étnico, de género y territorial.
Por: Luz Marina Monzón Cifuentes, directora general de la UBPD
El Acuerdo final de Paz firmado en 2016 entre el Estado de Colombia y las FARC-EP planteó la necesidad de reparar integralmente a las víctimas del conflicto armado como mecanismo para superar los ciclos históricos de violencia que se han vivido en el país.
Bajo esa consigna, se convino la creación de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado (UBPD), que desde su puesta en marcha en el segundo semestre de 2018 ha recibido información de fuentes oficiales y no oficiales, entre ellas, de las víctimas y las organizaciones de la sociedad civil que les apoyan, así como de instituciones del Estado que han desarrollado algún tipo de acción relacionada con la desaparición forzada, el secuestro y el reclutamiento de personas.
El análisis de esta información y el trabajo que viene desarrollando la UBPD en 23 territorios del país, le permiten comprender que la desaparición de personas en el contexto y debido al conflicto armado se caracteriza, al menos, en los siguientes elementos:
✔️ Es masiva.
✔️ Se prolonga en el tiempo.
✔️ La falta de respuestas causa efectos negativos permanentes sobre múltiples derechos de las personas (no cesan hasta que no se sepa qué pasó y cuál es su paradero).
✔️ Se extiende a lo largo del territorio nacional.
✔️ Se mantiene un alto índice de impunidad.
✔️ Se ha postergado o dilatado en lo referente a la búsqueda de la suerte y el paradero de las personas desaparecidas.
La importancia de los planes nacionales de búsqueda
El Decreto 589 de 2017, mediante el cual se organiza la UBPD, establece que el Plan Nacional de Búsqueda (PNB) y los Planes Regiones de Búsqueda (PRB) forman parte integral de la metodología que la Unidad, como organismo extrajudicial dentro del Sistema Integral para la Paz, debe desarrollar para ejercer su mandato humanitario de dirigir y coordinar la búsqueda de las personas desaparecidas en el contexto y en razón al conflicto armado.
Por medio de este mecanismo de organización se han planificado e implementado estrategias y acciones que le permiten a la UBPD afrontar las dimensiones de esta práctica.
En 2020, la Unidad publicó el primer documento del PNB, en el que se identificaron las problemáticas históricas de la búsqueda, las necesidades de los familiares, allegados, organizaciones pueblos y comunidades que ejercen la búsqueda de los desaparecidos, y las estrategias a implementar con sus líneas de acción enmarcadas en tres ejes estratégicos: información; prospección, recuperación e identificación; y participación.
También se incluyó un capítulo étnico, el cual reconoce las necesidades desde los enfoques de los pueblos indígenas, afrocolombianos, negros, raizales y palenqueros. En esa primera fase se informó que el PNB tendría un desarrollo posterior, en el que se definiría un cronograma para la implementación de las estrategias y líneas de acción, que identificaría los responsables de su ejecución, y que estimaría el presupuesto necesario.
A raíz de este compromiso, la UBPD desarrolló un amplio trabajo de participación y coordinación con organizaciones de la sociedad civil e instituciones relevantes en la búsqueda, para poder adoptar, en junio de 2022, la segunda fase del plan.
En esta oportunidad se presentó la “priorización de estrategias y territorios”, una manera de ordenar las tareas a realizar y articular la búsqueda en los territorios para cumplir los objetivos determinados. No se trata de postergar la búsqueda o de excluir territorios a intervenir, más bien, el trabajo consiste en organizar, planificar y desarrollar el abordaje de la búsqueda con criterios y horizontes que permitan conocer hacia dónde se dirige.
Los criterios de priorización estratégica y territorial se establecieron en el marco de un proceso participativo tanto con las víctimas y organizaciones como con los pueblos étnicos, las mujeres y la población LGBTIQ+, todo ello en coordinación con distintas instituciones oficiales encargadas de las actividades relacionadas con la búsqueda.
A través de encuentros e intercambios realizados en distintas partes del país (orientados por preguntas sobre qué, cómo, cuándo y dónde buscar a los desaparecidos), se reconocieron los elementos críticos que facilitan la planificación con enfoques étnicos, de género, diferenciales y territoriales.
Una búsqueda con enfoque territorial
Es de resaltar que la priorización estratégica estableció una serie de pasos –para abordar el carácter masivo, solidario y colectivo de la búsqueda humanitaria y extrajudicial de las personas dadas por desaparecidas en el contexto y debido al conflicto armado– derivados de resultados que reconocen la dimensión de la problemática y la necesidad de los avances.
Una de las estrategias clave del Plan Nacional fue la construcción e implementación de los Planes Regionales de Búsqueda (PRB), llamados a convertirse en la herramienta para organizar la búsqueda en los territorios.
¿Cuál es su importancia? Estos planes deben hacer operativo y concreto el enfoque territorial, étnico, diferencial y de género en la búsqueda de las personas dadas por desaparecidas. En otras palabras, los PRB establecen contextos y caracterizaciones que permiten entender las dinámicas y lógicas territoriales de la desaparición para enmarcar la búsqueda bajo unas líneas concretas de investigación.
El objetivo es direccionar la búsqueda a partir de estrategias implementadas en los territorios, las cuales se orientan a:
✔️ Identificar y recabar información sobre el universo de las personas dadas por desaparecidas.
✔️ Recolectar información de familiares que impulsen la identificación de quienes se localicen o, en efecto, se ubiquen sus cuerpos.
✔️ Detectar los lugares donde puedan hallarse los cuerpos que podrían corresponder a personas desaparecidas (por ejemplo: Registro Nacional de Cementerios, fosas y sepulturas ilegales).
✔️ Identificar fuentes de información, entre ellas las estrategias con aportantes correspondientes a personas que participaron en las hostilidades.
Como se ha evidenciado, entre el PNB y los PRB existe una relación estrecha, en la medida en que las estrategias a corto plazo (2018 a 2023) y mediano plazo (2023 a 2030) sirven de orientación de las estrategias a desarrollar en cada uno de los planes regionales de búsqueda.
Entre ellas se destacan el Universo de Personas dadas por Desaparecidas, el Registro Nacional de Cementerios, las fosas y sepulturas ilegales, el abordaje de lugares y la Identificación de los cuerpos recuperados, entre otras.
Los PRB, las Líneas de Investigación Humanitaria y Extrajudicial, y las estrategias de búsqueda diferenciadas para mujeres, niños, niñas, adolescentes y población LGBTIQ+, definirán las acciones de localización de personas dadas por desaparecidas que estén con vida, así como su identificación y voluntario reencuentro con sus familiares. Pero también las tareas de prospección, recuperación, identificación y entrega digna de los cuerpos de las personas dadas por desaparecidas que se hayan sin vida.
La documentación de estos procesos le servirá a la UBPD para construir los informes sobre lo acaecido, en el marco de su objetivo de contribuir a la satisfacción del derecho a la verdad sobre la suerte y el paradero de las personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado, y a la reparación de las personas que las buscan.
En cuanto a la priorización territorial, la pregunta que establece su alcance es: ¿dónde lo vamos a hacer? De esta manera, se puede dar cuenta de los territorios en los que se van a implementar los PRB y las estrategias que deben agilizar la búsqueda de las personas dadas por desaparecidas.
La construcción de la priorización territorial tomó como base las preguntas que guían la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en sus distintas modalidades: desaparición forzada, por reclutamiento, por secuestro y en el marco de las hostilidades.
A cada una de las cinco preguntas que guían la búsqueda:
¿A quiénes estamos buscando?
¿En dónde les vamos a buscar?
¿Cuándo les desaparecieron?
¿Quién les está buscando?
¿Cómo les desaparecieron?
Se les incluyeron variables con enfoques diferenciales, étnicos, de género y territoriales, y se les dio el mismo peso del índice, en este caso del 20 %.
Luego se mapearon los resultados de cada variable a nivel municipal, y posteriormente, como resultado de la interacción de las cinco variables, se obtuvo una priorización territorial general. Así, aunque se obtuvieron los municipios priorizados en el corto y mediano plazo, teniendo en cuenta las limitaciones de la información disponible, se vio la necesidad de completar el análisis numérico con un análisis cualitativo que incorporara la experiencia y los avances de la búsqueda en los territorios desarrollada por la UBPD en el curso de su despliegue y presencia territorial.
Fruto del ejercicio participativo de construcción del Plan Nacional de Búsqueda (PNB) se identificaron 34 regiones que deben ser priorizadas en el corto y el mediano plazo.
El trabajo de la Unidad pudo comprobar que estas regiones se concentran en 566 municipios en los cuales se estima, de manera preliminar, se concentra el 80 % del universo de las personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado en Colombia.
En el corto plazo, las regiones priorizadas son: Ariari Guayabero, Magdalena Medio, Piedemonte Llanero, Eje Cafetero, Sierra Nevada y la Alta Guajira, Oriente Antioqueño, Urabá, Valle de Aburrá, Bajo Putumayo, Florencia y áreas de influencia, Catatumbo, Altiplano Cundiboyacense, Bogotá y Tequendama, Montes de María, el Suroeste Antioqueño, el Andén Pacífico Sur, el Sarare, la Cordillera Tolima-Huila y la Altillanura.
A mediano plazo, se priorizaron las regiones de Alto Sinú y San Jorge, Occidente Antioqueño, el Sur del Valle y el Norte del Cauca, el Norte de Antioquia, el Área Metropolitana de Cúcuta, el Nordeste Antioqueño, el Atrato, el Bajo Cauca Antioqueño, los Llanos Orientales, el Caguán, la Amazonia Suroriental, el Medio Putumayo, el Litoral Pacífico, el Alto Putumayo, el Norte de Córdoba y el Norte del Atlántico.
Es así como el ejercicio de priorización estratégica y territorial debe entenderse como resultado de un análisis contextual y temporal preciso que corresponde al estado de implementación de la búsqueda humanitaria y extrajudicial actual, y el grado de fortalecimiento de las labores desarrolladas hasta el momento. Por ello, el Plan Nacional de Búsqueda es susceptible de actualizaciones, modificaciones y fortalecimiento, de acuerdo con el avance de las investigaciones y la implementación de los PRB.
– Este artículo también fue publicado en UN Periódico, medio de comunicación de la Universidad Nacional de Colombia –