Yaqueline viajó más de 18 horas desde su lugar de residencia, en la Orinoquía colombiana, para llegar hasta el Huila con la esperanza de encontrar a su hermano Adrián*, a quien buscaba sin descanso desde hace más de 14 años. Sandra, su otra hermana, aún en medio de las complicaciones de salud que la aquejan, encontró las fuerzas para acompañar la misión humanitaria que tenía como fin la recuperación del que podría ser el cuerpo de su ser querido.
Así mismo, Ximena y Juan, una pareja de hermanos, dedicados a las labores de agricultura, llegaron desde zona rural de Caquetá hasta las montañas huilenses para acompañar el trabajo desarrollado por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en el proceso de recuperación del cuerpo que sería el de su hermano Mauricio*.
Según la investigación humanitaria y extrajudicial realizada por la UBPD, a partir de la información entregada por las personas buscadoras y firmantes del Acuerdo de Paz, Adrián y Mauricio fueron desaparecidos en 2010 en acciones del conflicto armado registradas en el Parque Regional Natural El Dorado, en jurisdicción del municipio de Saladoblanco, en el Huila.
Isaac Giraldo, investigador de la Unidad de Búsqueda, destacó el papel activo de las familias buscadoras, los firmantes del Acuerdo de Paz y el equipo de la Corporación Humanitaria Reencuentros, como un elemento fundamental para la asociación de los casos y así lograr acotar la posible ubicación de los cuerpos.
“Inicialmente solo teníamos una solicitud de búsqueda asociada a esta investigación humanitaria y a través de una de las familias fue posible construir la hipótesis de que su ser querido había desaparecido junto a otro joven, que ellos dos muy posiblemente se encontraban juntos, pues habían desaparecido en los mismos acontecimientos de tiempo modo y lugar”, indicó Giraldo.
Las memorias de sus seres queridos estuvieron presentes en las conversaciones sostenidas en el recorrido que los llevó al punto de interés forense, el cual incluyó un desplazamiento por un área de bosque de niebla con poca visibilidad en una pendiente pronunciada, además del cruce de una quebrada y la permanencia en un sector a una altura cercana a los 2.000 metros sobre el nivel del mar.
“Él siempre nos ayudó económicamente, siempre estuvo pendiente con una llamada. Fue muy hermanable y estuvo pendiente de mis papás, a pesar de todo lo que pasara y en la humildad que nos criamos”, recordó Sandra, una de las hermanas de Adrián, mientras observaba la excavación fijamente.
Después de un día de trabajo se dió el hallazgo de los cuerpos. Los familiares les reconocieron por sus características particulares, como la presencia de elementos de ortodoncia en el cuerpo que sería el de Adrián y una lesión en uno de los brazos de Mauricio. Sin embargo, Miltón Acero, antropólogo de la Unidad de Búsqueda, recordó que la identificación de los cuerpos solo podría confirmarse con los análisis técnicos que realizará el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses después de recibir los cuerpos recuperados.
Ximena, hermana de Mauricio, espera que la confirmación de la identidad pueda darse lo más pronto posible, para así llevar la respuesta que por 14 años han esperado sus padres.
“A mí me desgarra es mi mamá, que ella ya no tenga esa zozobra de qué ocurrió con él, que pueda saber que sí lo encontramos y ya pueda llorarlo en algún lado”, comentó mientras recorrían el camino de regreso.
Por su parte, Rafael Niño, firmante del Acuerdo de Paz e integrante de la Corporación Humanitaria Reencuentros que acompañó la intervención y contribuyó en el proceso de búsqueda, reafirmó su compromiso con la entrega de información para contribuir al alivio del sufrimiento de quienes esperan respuestas acerca del paradero de sus seres queridos desaparecidos.
“Creo que la familia va a descansar. El ser humano, el ser querido, sea muerto o sea vivo, significa mucho para hermanos, mamá, papá. Es algo que todos buscan: saber la verdad, saber qué pasó con su ser querido; y pues ellos, de pronto, cerrarán un ciclo de la vida sabiendo que lo encontraron”.
La recuperación de los cuerpos Adrián y Mauricio hace parte de las solicitudes de búsqueda correspondientes al Plan Regional de Búsqueda del Sur del Huila, que contempla los municipios de Pitalito, La Plata, Garzón, San Agustín, Isnos, Acevedo, Palestina, Suaza, La Argentina, Oporapa, Timaná, Guadalupe, Pital, Saladoblanco, Altamira, Tarqui, Agrado y Elias, que en conjunto registran un universo de 630 personas dadas por desaparecidas.
*Por seguridad, los nombres de las personas fueron cambiados.
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