En un trabajo articulado entre la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), la Fiscalía General de la Nación y organizaciones buscadoras, se recuperaron los cuerpos de seis personas dadas por desaparecidas e inhumadas en el cementerio Nuestra Señora de Belén del municipio de Fusagasugá, en Cundinamarca.
Por cerca de dos años, los investigadores designados desde la UBPD, el GRUBE de la Fiscalía -adscrita a la Dirección de Justicia Transicional- y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) impulsaron el proceso de filiación a través de entrevistas con fines de identificación y análisis de información para ubicar en el cementerio los posibles lugares de disposición y comprender tanto quiénes eran las personas desaparecidas como el contexto del conflicto armado en la región del Sumapaz cundinamarqués.
Las anteriores acciones se desarrollaron desde la labor extrajudicial y humanitaria que cumple la UBPD en el acceso a datos de manera confidencial y el trabajo coordinado con firmantes del Acuerdo de paz que han aportado información. Mientras que la Fiscalía y el CTI enmarcaron sus actividades en la labor judicial que adelantan en la región.
La visita al cementerio de Fusagasugá fue acompañada, entre otros, por el hijo y la hija de dos personas dadas por desaparecidas, quienes nunca conocieron a sus respectivos padres a causa del conflicto armado. Tras casi 20 años de desaparición y asesorados por organizaciones buscadoras, ambos jóvenes estuvieron junto a la UBPD en el proceso de recuperación adelantado por expertos en antropología forense del CTI y el GRUBE de la Fiscalía.
“Esta prospección y recuperación adelantada en el cementerio Nuestra Señora de Belén de Fusagasugá fue una acción de coordinación entre la Fiscalía General de la Nación y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas. Allí recuperamos, en esta primera fase, seis cuerpos de personas que podrían corresponder a personas dadas por desaparecidas en razón y en contexto del conflicto armado. La ubicación de estos cuerpos se logró gracias al acompañamiento decidido de la Corporación Humanitaria Reencuentros y el acompañamiento del colectivo Orlando Fals Borda, dos organizaciones que han apoyado a las familias que han considerado que sus familiares podrían estar en este camposanto”, precisó Sol Alonso Parra, coordinadora del equipo Bogotá – Cundinamarca de la UBPD.
“Esta ubicación se logró gracias al acompañamiento decidido de @ReencuentrosCH y @colectivo_ofb, que han apoyado a las familias que podrían tener personas desaparecidas en este cementerio”, precisó Sol Alonso Parra, coordinadora Bogotá, Cundinamarca. pic.twitter.com/MemZvX9Pnw
— Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (@UBPDcolombia) April 24, 2024
Xiomara Stefy Sarmiento, una de las personas de la Corporación Reencuentros que acompaña la búsqueda de cientos de desaparecidos en Colombia, se hizo presente en el cementerio, con la esperanza de encontrar a su padre. “Creo que todos sabemos que buscar en Colombia es complejo. Yo lo denominaría más como un proceso esperanzador que me ha permitido encontrarme en otras historias de otros compañeros y encontrar a mi papá en todas las personas maravillosas que he conocido a través de este camino”, contó la joven. Vio por última vez a su padre cuando tenía solo algunos meses de edad.
“Creo que todos sabemos que buscar en Colombia es complejo. Yo lo denominaría más como un proceso esperanzador que me ha permitido encontrarme en otras historias de otros compañeros y encontrar a mi papá en todas las personas maravillosas que he conocido a través de este camino”.
Contó Xiomara. Vio por última vez a su padre cuando tenía solo algunos meses de edad.
Por su parte, Harold Steven Barrera Sánchez, hijo de otra de las personas desaparecidas, resaltó el trabajo liderado por la UBPD y la Corporación Reencuentros. “Duré casi cuatro años buscándolo por los pueblos por donde me decían que transitaba. Luego me acerqué a la Unidad de Búsqueda y a la Corporación Reencuentros, que dirigieron la búsqueda de mi papá”, precisó este joven artista, cuyo ejemplo sirvió para unir a más miembros de su familia en el camino de la búsqueda.
Los cuerpos recuperados fueron entregados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para que adelante el proceso de identificación y, así, puedan ser entregados a sus seres queridos.
Harold Barrera, hijo de otra de las personas desaparecidas, duró casi cuatro años buscándolo por los pueblos por donde le decían que transitaba.
🫂"Me acerqué a la Unidad de Búsqueda y a la Corporación Reencuentros, que dirigieron la búsqueda de mi papá”. pic.twitter.com/EHlaXsWi3y
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Al lugar intervenido también llegó Vitelvina Vargas, una líder comunitaria que nunca se cansó de visitar la tumba de una persona no identificada que le dijeron que podría ser de su hijo. Ahora confía en que el trabajo realizado en ese cementerio le pueda dar por fin serenidad a su alma. “Esperamos que muy pronto, cuando ya pase el proceso de reconocimiento en Medicina Legal, nos entreguen el cuerpo y podamos visitar una tumba, la de nuestro ser querido”.