«Lo busqué y busqué hasta que lo encontré. Se me aparecía en sueños y me mostraba dónde estaba», relató Norelbi Ferrer, una madre buscadora de Montelíbano, en Córdoba. Es un testimonio vivo de la resiliencia en medio del dolor.
Norelbi persiguió el rastro de su hijo, Jorge Mario González Cordero, desaparecido en el 2009 mientras trabajaba en el corregimiento de Tierradentro, de Montelíbano. Su búsqueda, una odisea marcada por la incertidumbre y la esperanza, culminó recientemente con la digna entrega del cuerpo de Jorge Mario, la que fue posible gracias a la articulación de esfuerzos entre la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), el Grupo de Búsqueda, Identificación y Entrega de Personas Desaparecidas (GRUBE) de la Fiscalía General de la Nación y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Un rumor que quebró el alma
El 2009 marcó un antes y un después en la vida de Norelbi. El silencio de seis meses sin saber sobre su hijo, de apenas 22 años y quien era albañil y jornalero en Montelíbano, se rompió por un rumor desolador: la posible muerte de Jorge Mario en la vereda El Brasil de Tierralta, en Córdoba. «Todo comenzó en el 2009, cuando mi hijo se fue con un amigo a trabajar a Tierradentro. En algunas ocasiones me llamaba a saludar, pero de un momento a otro dejó de llamar. Hasta que una persona que conocíamos nos dijo que en una finca de Tierralta habían asesinado a unos muchachos y que entre ellos estaría mi hijo», narró Norelbi, reviviendo la herida que se abrió ese día.

Desde aquel momento, Norelbi se armó de un valor sobrenatural. Con la fotografía de su hijo en mano, se lanzó a recorrer los caminos polvorientos y solitarios de las veredas de Tierradentro y Tierralta. Sin importarle el peligro, su amor de madre se convirtió en su brújula; y los sueños recurrentes con Jorge Mario, en un motor que le impedía desfallecer. Durante dos años, cada noche era una nueva pista, una visión que la guiaba en su insistente búsqueda.
La guía de un sueño hecho realidad
«Ya en 2011, me iba a las veredas sin saber qué iba a pasar. Solo me animaban los sueños que cada noche tenía con Jorge Mario. En ellos, él siempre me mostraba el lugar donde estaba, me guiaba con detalle y de esta manera llegué a la vereda El Brasil», contó Norelbi con su voz teñida de una mezcla de dolor y milagro.
Fue en la vereda El Brasil donde, al mostrar la foto de su hijo, la verdad comenzó a revelarse. «Me dijeron que sí lo habían visto. También que lo habían matado junto a otros jóvenes y que sabían dónde estaba su cuerpo. Pedí que me llevaran y así fue como encontré a mi hijo. El lugar era igual al de mis sueños», comentó Norelbi.

Al regresar a Montelíbano, la madre interpuso la denuncia de desaparición ante la Fiscalía. Un mes después, la entidad exhumó el cuerpo para su proceso de verificación e identificación.
«En enero del presente año, recibimos la solicitud de búsqueda de la señora Norelbi Ferrer y de inmediato nos articulamos con el Grupo de Búsqueda, Identificación y Entrega de Personas Desaparecidas (GRUBE) de la Fiscalía General de la Nación en Córdoba para la organización logística de la entrega digna del cuerpo de Jorge Mario González Cordero a su familia», afirmó Duván Velásquez Coronado, asistente forense de la UBPD en Córdoba.
El final a 16 años de espera
Durante dos días, en la cabecera municipal de Montelíbano, Norelbi y su familia vivieron un proceso de entrega digna del cuerpo de Jorge Mario. La UBPD y el GRUBE de la Fiscalía acompañaron cada momento: ejercicios de autorregulación, un emotivo homenaje a la memoria del ser querido, actividades de validación del dolor de las víctimas, contención emocional, una explicación técnico-científica de la investigación, la socialización de los resultados forenses, la presentación del cuerpo a la familia, una ceremonia religiosa y, finalmente, la inhumación en el cementerio central del pueblo.
Miguel Emiro Durango Villadiego, fiscal 217 seccional adscrito al GRUBE de la Fiscalía en Córdoba, destacó la importancia de esta labor: «En esta ocasión, el GRUBE apoyó a la Fiscalía con la entrega digna del cuerpo de quien en vida correspondía al nombre de Jorge Mario González Cordero, diligencia que hicimos de la mano de la UBPD, entidad que apoyó en este recorrido en pro de las víctimas».
De acuerdo con el Universo de datos de la Unidad de Búsqueda, el Plan Regional de Búsqueda del San Jorge Cordobés revela 780 personas reportadas como desaparecidas en esta subregión cordobesa; de las cuales, 260 corresponden solo a Montelíbano. Estas cifras dan cuenta de la magnitud del dolor y la urgencia de continuar con estas labores humanitarias.

La Unidad de Búsqueda hace un llamado a quienes tienen un ser querido desaparecido en el contexto del conflicto armado en Colombia o a quienes poseen información sobre el paradero o lo acaecido con alguna persona, para acercarse a su sede territorial en Montería, ubicada en la calle 6 #62B – 32 (oficinas 502 y 503 del Centro de Negocios Sexta Avenida, barrio La Castellana).
También pueden contactar vía WhatsApp a las líneas 3156558972 y 3162868799. Toda la información será tratada con absoluta confidencialidad y de forma extrajudicial, exclusivamente con fines humanitarios.