En la primera acción humanitaria tendiente a la recuperación de personas dadas por desaparecidas en áreas rurales de Bogotá, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) llegó hasta las veredas más apartadas de la localidad 20 de Sumapaz, a más de 3.700 metros de altura.
En medio de condiciones adversas de clima y acceso, el grupo forense del equipo de la UBPD, atravesó extensas veredas del páramo más grande del mundo. En dos de esas acciones fueron recuperados dos cuerpos que, según las solicitudes de búsqueda, corresponderían a dos personas dadas por desaparecidas en 2000 y 2001, respectivamente.
El grupo forense, conformado por expertos en topografía, criminalística, antropología y sociología, debió recorrer a lomo de mula trayectos por más de seis horas para llegar a las veredas Vegas y Nueva Granada, donde fueron inhumadas estas personas, presuntamente desaparecidas en los alrededores de Bogotá.
Esta acción humanitaria estuvo acompañada por las familias buscadoras, así como por el corregidor de San Juan de Sumapaz, quien señaló que no cesará en las tareas que conduzcan a reencontrar a las víctimas de desaparición con sus familias en esa localidad de Bogotá.
“Ha sido un bálsamo para el trabajo que venimos desarrollando porque nosotros hace ya tres años venimos trabajando con la Unidad de Búsqueda, inicialmente recopilando información y tratando de consolidar la información que nos permita esos resultados que hemos tenido recientemente. Indudablemente, el equipo de forenses con los que he venido trabajando el tema del rescate de las víctimas de desaparición forzada es de las personas a las que les reconozco una calidad humana increíble”, relató Santiago Pacheco, corregidor de San Juan de Sumapaz.
La información recopilada por los investigadores de la Unidad de Búsqueda da cuenta que un cuerpo correspondería al de un excombatiente de un actor del conflicto, mientras que el otro sería de una personas que habría sido desaparecidas en zona rural de ese páramo a comienzos de la primera década del 2000.
En las intervenciones, el grupo forense logró recuperar uno de los cuerpos en el lugar exacto que daba cuenta la investigación humanitaria y extrajudicial, mientras que en el segundo sitio de interés las tareas fueron más complejas por la ubicación de la zona y las difíciles condiciones ambientales que mantiene esa región y cuyo acceso tarda varias horas a lomo de mula, única forma de acceder al lugar.
Los cuerpos, uno de los cuales tenía junto a él unos documentos de identificación, fueron llevados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para ser sometidos a procesos de comparación y determinar su identidad plenamente.