El nombre de Edwin Solano Cabarcas quedará inscrito en la memoria de los hechos de desaparición en Colombia como el del primer cuerpo que la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) entregó en implementación del Plan Regional de Búsqueda Canal del Dique y Norte de Bolívar.
La entrega digna se cumplió en el municipio de Repelón, en el Atlántico, luego de 16 años de su desaparición, ocurrida el 10 de enero de 2008 según la información que desde entonces tuvo su familia.
Hermanas, hermanos, tías, tíos, primos, primas, sobrinos y sobrinas pudieron despedirse de él en una acción humanitaria que tuvo lugar en la sede de la biblioteca municipal de Repelón.
Blanca Arteaga Morales, coordinadora de la Unidad de Búsqueda en Sucre y Bolívar, informó que según la investigación humanitaria y extrajudicial, Edwin desapareció en el Meta, adonde había viajado a trabajar.
“En febrero de 2024, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas tuvo la oportunidad de intervenir el Cementerio Central de Cúcuta y en esta acción humanitaria de prospección y recuperación pudimos encontrar el cuerpo ya identificado de Edwin”, explicó.
En la cobertura territorial del Plan Regional de Búsqueda Canal del Dique y Norte de Bolívar hay un universo de 511 personas dadas por desaparecidas.
Reencuentro con su familia
Karina Moreno Solano, sobrina de Edwin, consideró que tener el cuerpo de su familiar, aunque no sea con vida, como lo esperaban, es una forma de reencontrarse con él.
“Una espera que anhelábamos fuese física, en la que nos pudiésemos abrazar nuevamente, sobre todo en esas reuniones familiares en las que por muchos años lo extrañamos. Significa reencuentro, reencuentro en espíritu, reencuentro en esa sangre que nos llama como familia”, contó.
Para Karina, el hecho de tener de vuelta a Edwin da alivio porque les permitirá ir a un lugar a llevarle flores, encender velas y elevar oraciones por su descanso. “La búsqueda sí alivia, sí mitiga esa ausencia, ese dolor que como familia hemos tenido por muchos años”, resumió.
Solo unos días antes de la entrega de Edwin, la familia Solano Cabarcas se enteraba por los canales de comunicación de la Unidad de Búsqueda acerca de la entrega de los cuerpos de dos jóvenes en San Onofre y Tolú. Se preguntaban si ellos podrían vivir ese momento.
“La guerra y el conflicto son una realidad muy fuerte en nuestro país. A veces no creemos que eso nos va a suceder, creemos que sucede en novelas o en películas, o que simplemente es una noticia. Con esto nos demuestran que hay una búsqueda y que esa búsqueda dignifica a la familia y a ese cuerpo que fue encontrado”, fueron sus palabras de gratitud poco antes de la misa en la que se despidieron de Edwin, que ya reposa en el cementerio municipal.
La acción humanitaria de entrega digna contó con el apoyo del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, de la Personería Municipal de Repelón y de la Alcaldía Municipal y de la Unidad para las Víctimas, entidades a las que la Unidad de Búsqueda agradece su compromiso con la reparación de la familia Solano Cabarcas.