«A veces me pongo a pensar cómo sería mi papá a estas alturas, vernos grandes, vernos con nietos. ¿Sería bravo? ¿Sería muy consentidor? ¿Qué sé yo? Son emociones y preguntas que siempre nos van a quedar, porque lo poco que sé de mi papá es que lo adoraba y que era un excelente padre». Con estas palabras, Diocedi Arias Vásquez evocó la memoria de Jorge Iván Arias, quien fue desaparecido el 24 de diciembre de 1990 en el municipio de Anorí, en el nordeste de Antioquia.
Diocedi es la segunda de seis hijos. Tenía 11 años cuando ocurrió la desaparición de su papá. En ese entonces la familia vivía en la finca Santa Rosita, ubicada en la vereda San Isidro, donde su padre se dedicaba a la agricultura y la ganadería. El día que lo desaparecieron era lunes. Salió al pueblo para comprar algunos víveres con la intención de celebrar la Navidad, pero nunca regresó.
«Mi papá siempre nos hacía la natillita. Así fuera un sancocho de gallina, nos hacía la cenita y los regalitos. Así fueran dulces, lo que él tuviera la capacidad de regalarnos. Siempre nos dejaba el regalo del Niño Dios en la cabecera de la cama. Desde el momento en que él desapareció, eso también desapareció: para nosotros un 24 de diciembre es un día normal», relató Diocedi.
Diocedi recuerda que su madre, Gloria Emilse Vásquez Bolívar, siempre buscó a Jorge Iván, pero murió el 11 de febrero de 2021 sin encontrarlo. «Al fallecer mi mamá, nos enteramos de que él seguía con la cédula vigente y le dije a mis hermanos: muchachos, no podemos dejarlo así. Mamá comenzó algo, ella no pudo seguir. Sigamos nosotros. Tomamos esa iniciativa de seguir buscando, averiguando con las personas, hasta que nos dieron el punto dónde estaba».
Jorge Iván había sido inhumado en una fosa a campo abierto ubicada en la vereda El Carmín de Anorí, a orillas de la quebrada San Antonio, que había erosionado el terreno y tenía en riesgo la conservación del cuerpo. Preocupada por esta situación, el 4 de junio de 2022, la familia fue hasta la quebrada San Antonio, recuperó las estructuras óseas y las dispusó en el cementerio municipal de Anorí, en la galería Los Santos Ángeles (osario 129, marcado como ‘Jorge Iván Arias 07/06/2022’).

En ese momento, recordó Diocedi, «viví emociones de felicidad, de dolor, de tristeza. Emociones muy fuertes. ¿Será o no será mi papá?». Y es que la familia no tenía la certeza de que ese era Jorge Iván. Por eso le solicitaron a las autoridades que lo identificaran, pero la identificación nunca avanzó.
Al ver que el proceso no tenía avances, Diocedi acudió a la Personería de Anorí. Esta entidad la ayudó a contactar a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), que en 2023 intervino el cementerio San Luis Gonzaga de Anorí, en desarrollo del Plan Regional de Búsqueda Nordeste, Nus y Río Porce, y recuperó 31 cuerpos que corresponden a personas dadas por desaparecidas.
En medio de esta acción humanitaria, tres de las hijas de Jorge Iván aportaron sus muestras de ADN y participaron en la intervención del osario 129 de la galería Los Santos Ángeles, donde el 10 de octubre la Unidad de Búsqueda recuperó el que sería el cuerpo de Jorge Iván, que fue enviado al Instituto Nacional de Medicina Legal para su plena identificación.

Luego de que Medicina Legal confirmara que el cuerpo recuperado correspondía al de Jorge Iván Arias, la Unidad de Búsqueda lo entregó de manera digna a sus hijos y nietos, quienes le dieron el último adiós en una ceremonia religiosa realizada en Anorí con el acompañamiento de la Personería y la parroquia local.
Al terminar la entrega digna, Diocedi expresó: «Nosotros íbamos buscándolo, porque le queríamos dar cristiana sepultura. Y aquí estamos, dándole sepultura a mi padre. Hay mucho que agradecerle a la Unidad de Búsqueda, a todo el equipo, hacen cosas maravillosas por quienes tenemos personas desaparecidas».
El Plan Regional de Búsqueda Nordeste, Nus y Río Porce tiene un universo de 1.498 personas dadas por desaparecidas. En Antioquia, el registro es de 25.548 y en Colombia, de 126.895.
