- El cuerpo de Daniel Hernández Ramírez, padre de Daniela, fue recuperado en la vereda El Tarso, en Caldono (Cauca), durante 2022.
- Su búsqueda duró cerca de 18 años y fue realizada por su hija en medio del conflicto que perdura en el nororiente del Cauca.
- El cuerpo fue entregado por la Unidad de Búsqueda de manera digna en septiembre de 2023.
Santiago de Cali, 2 de octubre de 2023. La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas -UBPD- entregó dignamente el cuerpo de Daniel Hernández Ramírez, desaparecido en Santander de Quilichao (Cauca) en 1991. Daniel, quien pertenecía a las extintas Farc, murió en medio de las hostilidades del conflicto armado cuatro días después del nacimiento de su hija, a quien bautizaron como Daniela Mostacilla y dejaron al cuidado de una madre comunitaria.
Con el paso del tiempo, la búsqueda de Daniel Hernández fue convirtiéndose para su hija en una misión que la llevó a emprender una investigación empírica donde recopiló información, fuentes e hipótesis sobre las circunstancias de los hechos con el fin de sumar pistas para dar con el paradero de su padre. Pese a ello, los testimonios eran pocos y no existían registros documentales. Ni fotos ni papeles ayudaban a soportar certeza de su proceso.
Durante más de 18 años de búsqueda Daniela tuvo innumerables dificultades de seguridad y problemas emocionales, entre otras dolorosos daños que deja la desaparición de un ser querido. Pero el desafío más complejo fue dar con la identidad de su padre, ya que por haber pertenecido a un grupo armado y por las circunstancias propias de la guerra no tenía documento de identificación alguno. Es decir, establecer la certeza sobre quién era y dónde estaba el cuerpo dependía de la precisión de la investigación que Daniela afinó con el tiempo.
Relatos, recuerdos y referencias en periódicos fueron los insumos principales para reconstruir los hechos que en 2020 permitieron a Daniela encontrar el lugar exacto donde estaría inhumado su padre. En 2022, la Unidad de Búsqueda junto con autoridades indígenas del pueblo Nasa del resguardo San Lorenzo de Caldono, en el Cauca, acompañaron el proceso de exhumación en marzo de ese mismo año.
Posteriormente la Unidad de Búsqueda remitió los restos óseos al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para que pudiesen demostrar la relación genética entre padre e hija. Aunque la prueba fue positiva, Daniela en compañía de la Unidad de Búsqueda y gracias a la gestión de su directora, Luz Janeth Forero, lograron que la Registraduría Nacional del Estado Civil pudiese validar la identidad de una persona que no había hecho parte de sus registros por su rol dentro de la guerra.
Caldono así como los municipios de Suárez, Buenos Aires, Santander de Quilichao, Puerto Tejada, Guachené, Padilla, Miranda, Villarica, Caloto, Corinto, Toribío, Jambaló, Palmira, Florida, Pradera y El Cerrito hacen parte del Plan Regional de Búsqueda sur del Valle y norte del Cauca, con un universo preliminar de 6.690 personas dadas por desaparecidas.
Esta zona hace parte del macrocaso 05 de la Justicia Especial para la Paz –JEP– que prioriza la atención a las víctimas del conflicto armado en estos territorios compartidos entre Valle del Cauca y Cauca, donde habitan pueblos indígenas, comunidades negras y campesinas.
Daniela finalmente recibió el cuerpo de su padre en una entrega digna el 30 de septiembre de 2023 por parte de la UBPD, en articulación con el Instituto Nacional de Medicina Legal y la JEP. Con ello esta hija cerró su largo proceso de búsqueda. Casi dos años pasaron para poder encontrar a Daniel Hernández Ramírez. Dieciocho años en donde su hija no solo buscó su cuerpo, sino también recuperó su historia e identidad.