- José de los Santos Silgado y Jimmy Bello, familiares de Apolinar, continúan desaparecidos. La Unidad de Búsqueda desarrolla acciones humanitarias para encontrarlos.
- Sobre la finca El Palmar, en San Onofre, hay medidas cautelares ordenadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
San Onofre (Sucre), 29 de septiembre de 2023 – @UBPDColombia. Veinticuatro años, un mes y dos días pasaron desde que Apolinar Silgado Ruiz salió de su casa en el corregimiento Pueblito, de San Onofre, con la esperanza de seguir aportando al sostenimiento de su hogar. La última vez que lo vieron con vida fue el 26 de agosto de 1999. Tenía 25 años.
Nárcido Silgado Torres, primo de Apolinar, describe a ‘Terli’ -como le llamaban- como “un joven despierto, un muchacho honesto, trabajador. Le encantaban la recreación y el deporte. Era un hombre de respeto (…) Un estandarte en su comunidad, por su comportamiento decente. Fue criado bajo unos principios de elegancia”, cuenta con orgullo.
Todavía recuerda que de la casa de la familia, a la que se llega por un estrecho callejón destapado y que parece dibujada en perspectiva, Apolinar fue sacado después de salir a trabajar a una finca. De ahí se lo llevaron con destino incierto.
“Veinticuatro años desde que estamos atravesando caminos, lomas y ciudades, transitando hasta que se encontrara a Apolinar”, rememora Nárcido, lleno de satisfacción. La búsqueda ha dado frutos.
En la casa de Apolinar están Soledad Ruiz, su madre; y Alba Silgado, su hermana. Lo han velado toda la noche y solo esperan sellar con el último adiós las más de dos décadas de incertidumbre.
El grupo de familiares que lleva el cofre con el cuerpo de Apolinar ha salido por el callejón y se va nutriendo de otros parientes, de amigos y de vecinos que van rumbo a la capilla de San Roque para la misa. Cantos alegres y mensajes de fortaleza disminuyen por unos minutos las lágrimas de la madre y los hermanos, que vivían una especie de duelo suspendido. A Apolinar lo sabían muerto, pero hoy cuando regresa a casa es cuando el dolor pide más que nunca el permiso para salir.
Pueblito no tiene cementerio. Sus muertos son enterrados a 15 minutos en carro, en el corregimiento vecino de Cañito, también de San Onofre.
Antes de quedar para siempre en un nicho del panteón familiar, Alba, hermana de Apolinar, llora con honda pesadumbre y ofrece sus lágrimas a su hermano. “¡Que el que tenga corazón sienta esto que uno siente!”, exclama. Soledad, también quebrantada, está a la derecha de sus hijos.
Un aplauso es la última y más ferviente muestra de la satisfacción de la familia por haber encontrado a Apolinar. Después de su sepelio, Alba camina hacia la salida del cementerio, ya más descansada. “Tanto caminar para hallarte, mi hermano”. Sus pasos continúan. Ahora son por José de los Santos y Jimmy.
Todavía faltan dos de los Silgado
Después de la ceremonia, delegados de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), de la Unidad de Búsqueda Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y de la Fiscalía intervienen y en presencia de los asistentes renuevan su compromiso de búsqueda con la familia de José de los Santos Silgado y Jimmy Bello, hermano y sobrino de Apolinar, que también están desaparecidos desde el 11 de abril de 2003 y el 1 de mayo de 2001, respectivamente.
De José solo se sabe que estaba en una fiesta de cumpleaños de la cual no regresó. Su familia conoció que fue víctima de paramilitares que lo llevaron hasta una finca. De Jimmy, que salió desde el corregimiento Cañito con unos señores que compraban caballos.
“Actualmente en San Onofre se desarrollan medidas cautelares por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz, lo que ha permitido un trabajo articulado por parte de las entidades del Estado que estamos delegadas en la tarea de la búsqueda. Esperamos que el regreso de Apolinar al seno de su hogar contribuya a aliviar el sufrimiento y el dolor causado por la desaparición en su familia. Reiteramos el compromiso de búsqueda de los demás miembros de la familia desaparecidos”, sostiene Ella Cecilia del Castillo Pérez, coordinadora para Sucre y Bolívar de la UBPD.
El caso de Apolinar, de su hermano y de su sobrino forman parte del Plan Regional de Búsqueda Montes de María y Morrosquillo, que comprende un universo de 1.845 personas dadas por desaparecidas. San Onofre es el municipio más afectado, con 253. Un reflejo de la profunda afectación del flagelo de la desaparición sobre esta región y de la pertinencia de este plan regional de la UBPD.