noviembre 20, 2023

Llegamos a los rincones más lejanos de Colombia para atender a comunidades indígenas

Más de 5.000 personas buscan a sus seres queridos en el departamento. Por ello, en un esfuerzo conjunto, la UBPD y la OPIAC trabajan por atender a cinco pueblos indígenas de cinco municipios de la región.
  • En las profundidades del exuberante Putumayo, un conflicto armado de larga data ha dejado cicatrices profundas en la tierra y en la memoria de sus habitantes. Allí, en donde la selva amazónica se encuentra con los andes, la violencia, la desaparición forzada y el reclutamiento han sido una realidad dolorosa.
  • Más de 5.000 personas buscan a sus seres queridos en el departamento. Por ello, en un esfuerzo conjunto, la UBPD y la OPIAC trabajan por atender a cinco pueblos indígenas de cinco municipios de la región.

Mocoa (Putumayo), 20 de noviembre de 2023 – El Putumayo, ubicado en el suroeste del país, es escenario de un conflicto armado que lleva décadas. Los grupos ilegales han dejado su huella en la región y la población local sufre las consecuencias de la violencia, siendo la desaparición forzada uno de los flagelos más dolorosos. El difícil acceso a muchas áreas, en gran parte debido a la densa selva amazónica que compone una geografía aislada, complica la labor de las autoridades y las organizaciones para avanzar en la reparación integral y la garantía de no repetición a las víctimas.

En medio de este escenario lleno de dificultades logísticas, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), entidad humanitaria, extrajudicial y confidencial, se esfuerza por llevar esperanza y consuelo a quienes esperar saber la verdad sobre lo ocurrido con sus seres queridos. A pesar de los desafíos, la UBPD se ha dedicado a llegar a los rincones más remotos del Putumayo para atender directamente a todas las comunidades. Un ejemplo notable de este esfuerzo es el convenio firmado con la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC) para implementar el Plan Operativo Indígena (POI) del Plan Regional de Búsqueda del Bajo Putumayo.

Es así como después de la capacitación y socialización del POI a los directivos de la OPIAC, la Unidad de Búsqueda realizó una fructífera visita a siete comunidades pertenecientes a los pueblos indígenas Coreguaje y Murui en Leguízamo, municipio que por su extensión es el más grande de los 13 que conforman el departamento y se encuentra compuesto por una extensa zona de reserva natural amazónica. 

Foto: Comunicaciones UBPD

El caserío se levanta a orillas del majestuoso río Putumayo y está tan abajo que entre sus fronteras no solo se encuentra el Amazonas si no también Ecuador y Perú. Para arribar a su puerto, el equipo de la UBPD en Putumayo tuvo que viajar por más de 8 horas en ‘voladora’, una embarcación local que recorre las sinuosas aguas de la región. A pesar de la belleza natural que rodea este municipio, estas comunidades han experimentado una gran cuota de sufrimiento y temor debido al conflicto armado.

Es precisamente esa gran extensión, el difícil acceso y las amplias fronteras lo que han hecho que Leguízamo tenga que sumirse en las dinámicas de confrontaciones entre dos grupos al margen de la ley que luchan constantemente por su fortalecimiento y control de las economías ilegales, situación que ha derivado en la vulneración de la población civil, principalmente de quienes se asientan sobre la ribera del río Putumayo y que se han visto recurrentemente afectados por estas acciones violentas, al punto que, según lo registra la Defensoría del Pueblo, de las diecisiete conductas vulneratorias emitidas en las alertas tempranas, todas advertidas y once de ellas comprobadas, siendo la desaparición forzada una de las primeras en la lista.

La ancestralidad en la Amazonía

Las comunidades indígenas de esta región han conservado con esmero sus tradiciones ancestrales a lo largo del tiempo. Evidentemente, existe una conexión con la naturaleza anclada a la vida diaria que se refleja en ceremonias y rituales que honran a la Madre Tierra y celebran el lazo entre el hombre y la selva que tanto anhelan recuperar y proteger. En medio de tejidos y artesanías elaboradas a mano, narran historias de mitos y leyendas al son de la música y la danza que resuenan como expresiones de su identidad cultural. Leguízamo es un testimonio vivo de la riqueza cultural de los pueblos indígenas, donde cada tradición representa un puente entre el pasado y el presente.

Foto: Comunicaciones UBPD

En una de las malokas más importantes del departamento, conocimos al señor Braulio, un respetado abuelo del pueblo Murui que con sabiduría acumulada a lo largo de los años nos compartió sus pensamientos sobre el gran mandato de encontrar a los más de 5.000 desaparecidos en Putumayo y el esfuerzo por atender individualmente a cada una de las comunidades indígenas. 

El abuelo, con su voz llena de experiencia, destacó la importancia de este esfuerzo conjunto que busca sanar las heridas del pasado, encontrar a los desaparecidos y honrar la memoria de aquellos que se perdieron en el conflicto armado. «Encontrar a desaparecidos es sanar la angustia de nuestras familias, de nuestras madres», dijo mientras expresaba su gratitud por la labor de la UBPD y de la OPIAC.

La alianza entre OPIAC y la UBPD: un enfoque comunitario

Esta importante alianza forjada con la OPIAC para llegar a todas las comunidades étnicas en Putumayo nace de la gran misión que tiene la Unidad de Búsqueda de atender a todas y cada una de las comunidades en el país, trabajando siempre con un enfoque humanitario y diferencial indígena que aporte, de manera participativa e incluyente, al esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido; la búsqueda de los seres queridos desaparecidos y la reparación del daño causado a personas, colectivos y territorios indígenas que fueron afectados de manera grave, desproporcional y diferencial por el conflicto armado, representando la esperanza en medio de la adversidad y sin duda un paso importante hacia la reparación de estas miles de familias.

Foto: Comunicaciones UBPD

“Estas reuniones aportan a la generación de confianza entre nuestros representantes y la institucionalidad para que podamos, en un tiempo no muy lejano, cumplir el anhelo de las familias de quienes tienen personas víctimas de desaparición forzada de encontrarlos. Es claro que este proceso necesita que todos aportemos para encontrar a nuestras familias”, mencionó Willinton Villareal, coordinador de derechos humanos para comunidades étnicas en Leguízamo. 

A través de este convenio asociativo, la UBPD no solo socializa su mandato y objetivos con las comunidades priorizadas, también recibe solicitudes de búsqueda de personas desaparecidas en el contexto y a razón del conflicto armado e identifica puntos de interés forense que pueden ayudar a esclarecer el destino de los desaparecidos vivos o que, lamentablemente, han fallecido. En esta etapa, el convenio beneficia en Putumayo a comunidades indígenas de los pueblos Siona, Cofan, Kichwa, Murui y Coreguaje que se encuentran en los municipios de Leguízamo, Puerto Asís, Valle del Guamuez, Orito y La Dorada – San Miguel. 

La clara meta de la coordinación del equipo territorial es avanzar en el marco del convenio. Gracias al apoyo de las comunidades, de los abuelos, de las autoridades, según lo comenta David Narváez, coordinador de la oficina territorial de la Unidad de Búsqueda, “el resultado fue muy valioso, logramos el relacionamiento y el aporte de conocimiento que es una de las cosas más importantes. Celebramos este convenio con la esperanza de haber sembrado la semilla para iniciar la tarea de encontrar a las personas desaparecidas en el departamento del Putumayo y en las comunidades indígenas”. 

Foto: Comunicaciones UBPD

A pesar de los desafíos geográficos y las dinámicas complejas del conflicto en Putumayo, la Unidad de Búsqueda está comprometida con su misión humanitaria y extrajudicial. La agenda ya se encuentra programada, siendo noviembre y diciembre de 2023 los meses en los que el equipo técnico llegará hasta los municipios priorizados. 

Esta colaboración ha demostrado ser fundamental para establecer la confianza con las comunidades indígenas en uno de los departamentos más étnicos y ancestrales de Colombia, ya que la UBPD trabaja en estrecha coordinación con líderes y miembros de las comunidades, respetando siempre sus prácticas y creencias culturales, y aunando esfuerzos tradicionales, ancestrales, espirituales, técnicos, financieros y administrativos para el fortalecimiento del órgano de interlocución y coordinación con el movimiento indígena.

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