Querida Ángela,
Tu modo de ser, hacer y ver la vida fueron inspiradores para quienes tuvimos la fortuna de conocerte y aprender algunas de las plurales, diversas y amorosas formas en que percibías, comprendías y compartías el dolor y la capacidad de agencia de ese entorno que no era de estudio, era tu propio espacio de reivindicación.
Tu partida nos mueve a preguntarnos: ¿qué es la paz, la verdad, la justicia y la reparación? Tu paso por esta vida y por este proyecto del Sistema Integral nos dicen que es un hacer y ser comprometido, coherente y amoroso con la otra, con el ser humano que nos acompaña cerca o lejos.
Gracias por lo que pusiste de tu vida; enseñaste de tu experiencia y saber al proceso de la construcción de paz en los territorios, que no empezó para ti con la firma de los acuerdos.
Que tu ejemplo nos guíe en este largo camino de transformación que materialice en algo el valor superior de la vida.
Luz Marina Monzón Cifuentes