Compartimos las declaraciones que entregó Luz Marina Monzón Cifuentes, directora de la UBPD, durante el evento de conmemoración.
Bogotá, 24 de noviembre de 2021 – Diana Sofía, no pudiste describir mejor los desafíos de la búsqueda. Es bastante significativo el silencio que mencionas. El silencio en el que parece que no pasara nada, pero que pasa en la vida de ustedes. Quiero poner voz a ese silencio que has vivido y decir que en el Plan Regional de Búsqueda del Sur del Huila y en el marco del Caso 01 estamos buscando a tu papá, Edwin Raúl Martínez, técnico electricista secuestrado por las Farc en Huila en el 2002 y a muchos otros desaparecidos en ese territorio. Gracias por traer la voz de quienes han sido olvidados por la sociedad y por la institucionalidad.
Un agradecimiento y reconocimiento especial a las víctimas que no cesan de construir paz todos los días con su persistencia, con su dignidad y con su generosidad humana.
Un reconocimiento, también, al rol fundamental de la cooperación internacional y al secretario general de Naciones Unidas por el apoyo indeclinable, no solamente a la firma del Acuerdo de Paz sino también a la implementación del mismo.
A cinco años de la firma y a un poco más de tres años de haber iniciado el funcionamiento de la Unidad de Búsqueda de personas dadas por Desaparecidas, me complace compartirles de manera resumida, por el tiempo, los importantes avances de una institución inédita en la estructura del Estado colombiano y sin duda con pocas experiencias comparadas.
Hacer efectiva la centralidad de las víctimas es de lo que quisiera insistir en este mensaje. La búsqueda de las personas desaparecidas forzadamente y las dadas por desaparecidas exige conocer, reconocer, aprender, incluir, respetar y satisfacer las necesidades de quienes buscan.
Hemos hallado con vida a cinco personas en estos poco más de tres años. Personas que estuvieron desaparecidas entre 35 y 17 años que si no fuera por este mecanismo no hubieran encontrado y reencontrado a sus familias. Me complace mucho poder decirlo.
Hemos definido la ruta metodológica de la búsqueda. El Plan Nacional y los Planes Regionales son la manera de hacer frente a la búsqueda de más de 100 mil desaparecidos que ha dejado el conflicto armado durante más de 50 años. Cada año, durante 50 años, se ha reportado un desaparecido en este país.
¿Qué significa que exista un Plan Nacional y unos Planes Regionales? Que por primera vez en el país se cuenta con una estrategia nacional y territorial que organiza, planifica y estructura la búsqueda de las personas desaparecidas de manera consistente con la magnitud de este problema.
La Unidad ha dirigido y liderado con la participación de las organizaciones de la sociedad civil, de las víctimas, de los pueblos étnicos y en coordinación de las entidades estatales del nivel nacional, incluido el Sistema Integral, para poder poner en marcha el Plan Nacional y 20 Planes regional de búsqueda que implican al menos la búsqueda de 27 mil personas en este momento.
El acuerdo de paz le ha permitido a la Unidad contribuir en varios aspectos relevantes en la construcción de convivencia, paz y reparación, así como, generar un espacio de diálogo, reconocimiento y apoyo entre víctimas, organizaciones de la sociedad civil, firmantes del acuerdo e instituciones del Estado con un único propósito de agilizar el acceso a la información y permitir a las víctimas saber qué pasó y dónde están sus seres queridos.
Este diálogo de entendimiento colaborativo ha ayudado a emerger verdad. La verdad que se encuentra en los territorios, en los cuerpos que hemos hallado y en las personas que hemos encontrado.
La verdad que ha emergido ha ayudado a cesar el sufrimiento de las familias. Sufrimiento que se ha prolongado en el tiempo deteriorando no solo los proyectos de vida de quienes buscan, sino la seguridad y la confianza en las instituciones que deben protegerles.
El proceso de búsqueda ha incluido e incorporado las visiones, necesidades y comprensiones de los pueblos étnicos a través de la garantía de la consulta previa. En esa misma línea, hemos incorporado los enfoques diferenciales y de género tan ausentes en las acciones del Estado.
Un mayor y decidido apoyo a la Unidad de Búsqueda por parte de las instituciones incluída la Fiscalía General de la Nación y, Presidente, el fortalecimiento del Instituto Nacional de Medicina Legal permitirá ampliar y agilizar los resultados de la búsqueda con un impacto directo en las vida de miles de familias que siguen buscando a sus seres queridos. A pesar de que el tiempo pase las familias no tienen más tiempo.
Termino con lo siguiente, reiterando que este acuerdo es una realidad cinco años después de su firma a pesar de todas las dificultades. No hay marcha atrás.
El apoyo de la comunidad internacional es crucial para no perder esta trascendental oportunidad, sin embargo, es indispensable que el Estado en su conjunto agilice la completa implementación del acuerdo, la integralidad y oportunidad de la implementación representa la generación de un entorno favorable para impactar de manera efectiva las situaciones que han mantenido el conflicto y entonces caminar de manera certera hacia la no repetición. Para ello se requiere, por parte del Estado en su conjunto y del gobierno en particular, la voluntad política y el desarrollo de decididas acciones que incluyan dentro de la prioridades de la agenda pública cada una de las partes del acuerdo.
También puede ver en video las declaraciones de Luz Marina Monzón: