- Los familiares de las víctimas de desaparición los recordaron con una ofrenda floral, una caminata y actos culturales en Calamar (Bolívar).
- El Plan Regional de Búsqueda Canal del Dique y Norte de Bolívar busca a 796 personas dadas por desaparecidas.
Calamar, Bolívar. 31 de agosto de 2023 – @UBPDColombia. En la rivera había claveles amarillos y en el ambiente se escucharon cantos, algunas palabras y varios poemas. Pero ni las flores, las rimas y las dedicatorias cargadas de emociones sucumbieron ante el sentimiento y las aguas vaporosas del Canal del Dique, donde la memoria de las personas dadas por desaparecidas emergió con fuerza durante un acto simbólico por el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
La lucha de los familiares de las personas desaparecidas se recargó de esperanza. El río Magdalena fue reivindicado como un lugar de vida, pese a que en el pasado fue el último espacio donde fueron vistos sus seres queridos.
Como Yossimar Bornachera, quien sufre la ausencia de su padre, Luis Guillermo. Él recuerda que la desaparición ocurrió el 23 de junio de 1997 en Calamar (Bolívar). Su padre fue asesinado y arrojado al río en la madrugada. Desde entonces lo busca de manera incesante, esperanzado de que algún día las corrientes del afluente le traigan noticias sobre él. Hoy su búsqueda tiene el apoyo y compañía de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).
“Él era una persona alegre en todas las formas, era concejal en Ciénaga (Magdalena). Hacía parte de un sindicato. En la casa aún tengo su credencial. Le encantaba el fútbol, era juniorista”, narra su hijo, atragantado de sentimiento.
La vocación de servicio es un modo de vida para Yossimar, quien desde hace unos días dio un nuevo paso en su lucha al asumir como coordinador de la Mesa de Víctimas de Calamar.
“Como uno lo vive en carne propia, se tiene un sentido de pertenencia para colaborar a muchas víctimas en lo que ellas necesitan para superarse. Ellas esperan de mí, estoy entusiasmado. Me da nostalgia seguir buscando a mi papá, me da temor a veces, pero voy a seguir por las víctimas y por mi papá”, añade.
La desaparición que separa, la búsqueda que une
Josefa Morelo Díaz, nacida en Sucre, también participó en la conmemoración. Durante el espacio, ella estuvo al lado de Yossimar y arrojó claveles amarillos al Canal del Dique para simbolizar las vidas que hay en este lugar, aunque para otros sean solo muertos que se cuentan en estadísticas.
Dos de sus hermanas, Carmen Cecilia y Ana Felicia, de quien no sabe su paradero, también se vieron reflejadas en las flores. La violencia política terminó por desintegrar gradualmente a su familia.
Su papá huyó a Venezuela y al regresar “murió de tristeza” al ver que le habían matado a su esposa.
Richard, otro hermano de Josefa, también estuvo desaparecido. Pero en 2005 regresó a San Onofre (Sucre) y fue asesinado poco después de haberse reencontrado con él.
Josefa, que se identifica como afroindígena, ya había sido víctima del conflicto armado colombia en 1997. Uno de sus dos hijos fue asesinado.
Ser resiliente, buscar la paz y jamás pensar en la venganza son parte de la transformación del dolor de quien ahora es lideresa social en Cartagena, adonde se fue desplazada. Ahora colabora en una fundación que trabaja en dos barrios para ayudar a personas afro sin hogar.
“Yo terminé en Cartagena, pero nunca supe más de ellos. En 2013 encontré a una de mis hermanas, Osmani; y a otro de mis hermanos, que se rodó hasta Arboletes (Antioquia) y luego terminó en Montería”, rememora.
De 79 años, que parecen no haber sido amainados por el dolor, esta lideresa hecha a peso de lágrimas convirtió sus penas en fuerza y canción.
Cuántas veces en la vida no entendía, no entendía
Me enseñaron a leerla cuando la noche caía
Pero fue en comunidad, pero fue en comunidad
Donde sentí la palabra como fuerza para andar
El avance de la búsqueda
Ella del Castillo Pérez, coordinadora de la Unidad de Búsqueda en Sucre y Bolívar, señala que en el Canal del Dique y Norte de Bolívar se está avanzando en la búsqueda de 796 personas dadas por desaparecidas.
Entre las acciones humanitarias y extrajudiciales de la Unidad de Búsqueda están la caracterización del cementerio de Albornoz, un sitio de interés forense en Cartagena donde eran llevados los cuerpos de las personas que se hallaban flotando en las aguas del Canal.
“También avanzamos en la recolección de información que entregan aportantes voluntarios y con excombatientes que han aportado datos útiles para el proceso de búsqueda”, concluye.
La jornada conmemorativa en el Canal del Dique, además de la ofrenda floral, incluyó una marcha hasta la Casa de la Cultura donde hubo un mándala, bullerengue como terapia para aliviar el dolor, así como palabras de apoyo entre las personas buscadoras.