«Ese es mi rostro, soy yo con la foto de mi hijo. Me ha tocado imprimirla como tres veces… Me veo como en silencio, pensando en la búsqueda».

Ana Luisa Cifuentes, mujer buscadora.

En esta exposición encontrarán una serie de retratos que también son presencias inquebrantables dentro de sus respectivos territorios y familias. Son los rostros de quienes han transformado la ausencia en un acto de resistencia y la experiencia de buscar a un ser querido en el reconocimiento a la dignidad humana. Es un homenaje a la tenacidad de aquellas personas que, por décadas, se han negado a aceptar el olvido como destino; ellas nos cuentan con su mirada fragmentos de una historia de resiliencia, bondad y amor incesante. La mayoría son mujeres que sostienen la fotografía de sus hijos e hijas.

‘Donde estén, les seguiremos buscando‘ no es solo el título de esta muestra, es el eco de nuestra misión humanitaria, la cual resuena en un país con más de 130.000 familias que anhelan un reencuentro, así como saber qué pasó y por qué se llevaron a sus seres queridos. Esta cifra, que no debemos deshumanizar en la estadística, nos reitera que la búsqueda se materializa aquí, en la historia singular y profunda de cada persona retratada.

En la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), reconocemos esta labor y aprendemos de ella. Cada rostro en esta exposición es legado y resiliencia; cada historia, una reflexión que afianza nuestra misión institucional y nos convoca como sociedad, por tanto, esta muestra fotográfica es un espejo. Nos interpela y nos cuestiona: ¿qué sociedad hemos construido que permite que la ausencia se convierta en paisaje?

Cada retrato es una invitación a trascender la indiferencia, a comprender que este fenómeno nos pudo alcanzar y afectar también a cada uno de nosotros.

– Si están desde un teléfono móvil, recomendamos girar la pantalla en horizontal –

Por todas las personas que buscan, concebimos esta iniciativa como un legado en construcción que la Unidad de Búsqueda dejará a la sociedad colombiana. No es una colección cerrada, sino un archivo vivo que crece con cada nueva voz; por ello, extendemos una invitación a todo el país para que se sume al camino de la búsqueda.

Unirse a la búsqueda conjunta y dignificar la memoria de quienes reclaman verdad y no repetición es un pilar para nuestro futuro. Mientras una sola familia busque, esta tarea es de todos.