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5 Años UBPD

Un balance polifónico

El modelo de la búsqueda humanitaria y extrajudicial: cambio en el paradigma para la verdad y la reparación

¿Qué bases dejan estos cinco primeros años de implementación del mandato de la UBPD?

Durante mucho tiempo, las desapariciones forzadas de personas y la angustia de quienes daban por desaparecidos sus seres queridos al perder conocimiento de su suerte y paradero se percibió y se trató o abordó social e institucionalmente como un problema privado o individual de personas que “¿Quién sabe en qué estaban?” o que “Tal vez quisieron abandonar su familia”. Esta visión y tratamiento de la desaparición y de la experiencia de su familia abandonó a su suerte a las personas que buscan, negándoles el derecho a obtener protección, apoyo, asesoramiento y acompañamiento en la búsqueda de información sobre sus seres queridos. De hecho, las mujeres -que son la mayoría de quienes buscan- se enfrentaron a riesgos adicionales y violencias desproporcionadas por insistir y no desistir de saber qué ha ocurrido con su familiar y tratar de conocer su paradero, así sea para recibir sus ‘huesitos’.

"Es importante mirar el detrás de cámaras de los primeros 5 años de la UBPD. Es decir, qué ha significado este mandato y cuáles son los momentos críticos de su implementación, tanto en oportunidades como en obstáculos, porque eso ayuda a ver hacia adelante, a mirar cuáles son los logros y las recomendaciones y en qué debería pensarse para insistir en el fortalecimiento de esta misión"

Luz Marina Monzón Cifuentes

Directora general de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas

Las constantes exigencias de las víctimas para que se emprendiera la búsqueda fueron abordadas por las instituciones dentro del proceso judicial, condicionando el despliegue de acciones a la existencia o no de pruebas y por ende a la existencia de una investigación judicial. Pruebas y apertura de investigaciones que nunca han estado bajo el control de las víctimas. Esta correlación llevó a una situación de incertidumbre adicional sobre las personas que buscan, por lo cual exigieron que el Acuerdo Final aborde la situación de una forma distinta a la ofrecida hasta el momento.

La humanización de las consecuencias del conflicto armado, para ver, escuchar, reconocer y dignificar a quienes tienen que vivir o, alguien diría, sobrevivir, llevando consigo esas consecuencias, directas o proyectadas en sus siguientes generaciones, constituye una de las oportunidades más importantes que nos ofrece el Acuerdo de Paz de 2016 a través de la UBPD.

La UBPD es uno de los mecanismos del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, acordado en la mesa de negociación de La Habana, que tiene por misión contribuir a la verdad y la reparación de las víctimas que buscan a sus seres queridos y a la verdad en su dimensión social para que nadie más tenga que enfrentar el horror de la incertidumbre, la soledad y desprotección en la búsqueda de sus seres queridos. La verdad sobre las dimensiones, patrones, víctimas y formas de ocultamiento para la no repetición, incorporando los enfoques diferenciales, étnicos y de género, LGBTIQ+, así como el territorial.

Una de las primeras premisas de las que parte la UBPD es que la desaparición forzada de personas y las personas dadas por desaparecidas en otras circunstancias del conflicto armado -entre ella el secuestro, el reclutamiento ilícito y dentro de las hostilidades- ha sido una de las formas en que se causó y sigue causando daño y sufrimiento a cientos de miles de personas en todo el país. Así como la desaparición forzada de personas y las desapariciones se prolongan en el tiempo mientras se desconoce la suerte y paradero de las personas, también el sufrimiento que produce la incertidumbre se prolonga en el tiempo y se extiende incluso a las generaciones siguientes. Esos daños afectan distintas dimensiones de la vida de quienes les buscan. El sufrimiento y deterioro de las condiciones de vida de quienes buscan a sus seres queridos se incrementa por la desprotección de las autoridades y la indiferencia de la sociedad.

Por ello, la UBPD asume que la humanización de la búsqueda de las personas desaparecidas forzadamente y de todas aquellas dadas por desaparecidas en las circunstancias del conflicto armado ha sido un proceso que, desde el Estado como garante del derecho a saber de las familias y de la sociedad, nos ha permitido escuchar (expectativas y necesidades), comprender, entender, reconocer (involucrar e incorporar los saberes, el conocimiento y la experiencia) y encontrar formas de hacer conjuntamente con las familias, las organizaciones de la sociedad civil, las comunidades, pueblos étnicos y con otras instituciones que han desarrollado acciones, priorizando así el alivio del sufrimiento.

El cambio de paradigma con nuevas herramientas como la extrajudicialidad, la confidencialidad y el enfoque humanitario brinda la oportunidad de hacer las cosas distinto para alcanzar la mayor satisfacción en los derechos de las víctimas y hacer que los esfuerzos sean más eficientes. Igualmente nos ha exigido innovar en las metodologías que favorezcan la humanización de la búsqueda y por ende procurar la reparación de las víctimas. Esto ha implicado reconocer que las ciencias forenses, las tecnologías y las ciencias sociales están al servicio de lo humanitario. Es decir, al servicio de la verdad y la reparación de quienes requieren ser reconocidos y protegidos en sus derechos y también de la sociedad en general para transformar las condiciones que han favorecido las desapariciones y la impunidad.

La búsqueda de las personas desaparecidas forzadamente y en las dadas por desaparecidas en circunstancias del conflicto armado se ha transformado en una estrategia de búsqueda consistente con la dimensión del fenómeno que ha causado y causa daños a toda la sociedad colombiana. Buscar a las personas desaparecidas ha supuesto constatar que: (i) estamos buscando a más de 100 mil personas; (ii) cuyo paradero, de algunas de ellas, debe establecerse buscando en grandes extensiones de la geografía colombiana y fuera de ella, algunos de ellos en territorios étnicos; (iii) así como también en importantes volúmenes de información en poder y dispersa en distintas instituciones a nivel nacional y territorial; (iv) también que las desapariciones ocurrieron siguiendo patrones de operación de grupos armados en contra de la población campesina o rural, urbana, jóvenes, hombres principalmente y de forma regular durante más de cinco décadas.

La UBPD ha introducido en el Estado colombiano y en la sociedad la agenda de la búsqueda de las personas desaparecidas forzadas y dadas por desaparecidas en circunstancias del conflicto armado, como una prioridad que no puede postergarse más y que debe asumirse como una obligación jurídica exigible del Estado. También un deber ético y moral de toda la sociedad en su conjunto para la construcción de la paz

La búsqueda humanitaria y extrajudicial dentro de la arquitectura institucional de la justicia transicional es una oportunidad inmejorable para varios objetivos esenciales en la construcción de paz: confianza, credibilidad, fortalecimiento del Estado de derecho y garantías de no repetición.

En efecto, si el modelo de justicia transicional que se puso en desarrollo en Colombia está sustentado en la justicia con enfoque restaurativo, debemos entender que la búsqueda se encuentra inserta en ese mismo enfoque y que estos cinco primeros años de implementación del mandato de la UBPD nos permiten dejar bases para entenderlo de varias maneras:

  • Dando prioridad a las víctimas, sus necesidades, sus experiencias y conocimiento, incluidos los enfoques diferenciales, étnicos, de género y LGBTIQ+ que son valiosos para una búsqueda ágil luego de que el Estado no hubiera brindado por tantos años apoyo y sin escuchar sus necesidades en esa búsqueda
  • Reparando a las víctimas a través de un proceso de búsqueda participativo. Es decir, incluyente, dignificante y humanitario que tome en cuenta el conocimiento y la experiencia acumulada a lo largo de la búsqueda que las víctimas han tenido que hacer solas.
  • Ofreciendo información oportuna a quienes buscan con la mayor verdad posible a través de Planes Regionales de Búsqueda que permitan comprender la dimensión de las desapariciones como prácticas o patrones desarrollados por distintos actores participantes en el conflicto en los distintos territorios del país.
  • Potenciando las oportunidades del principio de condicionalidad que articula el Sistema Integral para la Paz para el reconocimiento de beneficios, garantizando que quienes pudieron intervenir en las desapariciones y/o conocen la verdad ofrezcan la mayor cantidad de verdad a las víctimas, aportando la información de todo aquello que permita conocer la suerte y determinar, cuando sea posible, el paradero de las personas desaparecidas. Los Trabajos, obras y actividades con contenido reparador (TOARS) y las sanciones propias de la Jurisdicción Especial para la Paz son sin duda vasos comunicantes insoslayables para hacer realidad el sistema de justicia y la integralidad en la satisfacción de los derechos.
  • La metodología expresada en el Plan Nacional y Planes Regionales de Búsqueda convoca a toda la institucionalidad nacional y territorial a sumar y articular sus esfuerzos a través de las estrategias que hagan eficiente el esfuerzo institucional y brinden transparencia a quienes están interesados en la búsqueda sobre cuál es la ruta de la búsqueda del Estado en un enfoque humanitario y reparador.

El conjunto de herramientas comunicativas a través de las cuales transmitiremos, transferiremos, compartiremos y divulgaremos las bases sentadas del modelo de búsqueda humanitario y extrajudicial procurará dar énfasis a lo que estuvo “detrás de cámaras” para comprender no solo lo avanzado sino también los desafíos del futuro.

Nues- tras bases

Nuestras bases

Este balance de los primeros cinco años de la UBPD está dividido en varios capítulos con distintas voces y recursos. Dale clic a cada imagen para acceder a cada uno: